El Ministerio de Agroindustria, en un trabajo conjunto con el Senasa y el INTA, aprobó la incorporación de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) al Código Alimentario Argentino (CAA) para la actividad frutihortícola, con el objetivo de afianzar la inocuidad de los productos que se consumen frescos.
La cartera agroindustrial lleva adelante una serie de acciones de promoción de las Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) como el lanzamiento en junio del Nuevo Programa Nacional de Buenas Prácticas Agrícolas Sustentables en Productos Frutihortícolas, que tiene por finalidad asegurar la inocuidad de los alimentos, así como también la preservación y el manejo racional de los recursos suelo, agua y energía.
Las BPA mejoran la eficiencia en la producción y disminuyen las pérdidas por desperdicio, que en el caso de la horticultura alcanza muchas veces al 60%, y favorecen la inocuidad y la calidad de los productos agroalimentarios. Por otro lado, fomentan la transparencia en la comercialización de los productos, y mejoran las condiciones de trabajo de los productores y sus familias.
Las Secretarías de Agricultura, Ganadería y Pesca, y la de Alimentos y Bioeconomía, son las que supervisan y coordinan las acciones de este Programa que tienen como destinatarios a todos los actores de la cadena de valor hasta llegar al consumidor. En ese sentido generó el marco adecuado para la incorporación de esas prácticas al Código Alimentario Argentino (CAA).
Asimismo, al ser prácticas respetuosas del medio ambiente favorecen la sostenibilidad de las producciones al disminuir el impacto ambiental. Los consumidores podrán tener un mayor conocimiento de estos productos inocuos al conocer la trazabilidad de los mismos.
En otro orden, el Ministerio de Agroindustria lanza el 24 de setiembre, un curso de capacitación online para técnicos y profesionales del área de incumbencia para implementar las BPA, con una duración de ocho semanas. Podrán inscribirse desde hoy hasta el 11 de septiembre en AFIP, y descargar el instructivo en Senasa. Las vacantes son limitadas.
En el país oscila entre los 8 y 10 millones de toneladas la producción hortícola, de las cuales nueve especies (papa, tomate, cebolla, batata, zapallo, zanahoria, lechuga, poroto, ajo) representan el 65%; participan con el 20% otras ocho especies (acelga, mandioca, zapallito, sandía, melón, choclo, berenjena y pimiento); revistiendo una importancia decisiva para la alimentación de la población: Además emplean 350.000 personas en el eslabón productivo. Mientras que la producción de frutas suma 7.472.000 de toneladas. En total la cadena frutihortícola exportó 2.500 millones de dólares en 2017.
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