La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa, expresa su beneplácito por la investigación que se está llevando adelante en relación a las escandalosas y dantescas maniobras de corrupción sistémica llevadas adelante por empresas, empresarios y políticos de baja estofa, que con una actitud antirrepublicana mostraron lo peor de nuestra sociedad.
Muchos de estos actores, que otrora ocupaban destacados cargos o puestos en organizaciones empresarias nacionales pretenden victimizarse frente a un sistema que ellos mismos prohijaron, con el único fin de ensanchar sus ingresos.
Los mismos empresarios que saqueaban, o hacían de claque en actos públicos, pagaban en sótanos a funcionarios retornos por licitaciones adjudicadas, mientras muchos ciudadanos de bien, a la intemperie luchábamos para cambiar nuestro país.
Se debe resolver esta red delictiva de corrupción con celeridad e independencia, sin que termine en el olvido. Porque quienes han sido los responsables y quienes tienen la plata robada, más allá de las penas que le correspondan, tienen que devolver el dinero.
Que devuelvan lo que se llevaron. Que los legisladores nacionales discutan y sancionen a la brevedad los mecanismos para recuperar los bienes malhabidos por parte de estos delincuentes de guantes blancos.
Porque quien le roba al Estado, es decir a todos nosotros, tiene que pagar por ello y devolver lo robado.
Porque el que le roba al Estado, le roba al rico, pero más le roba al pobre. Le roba el futuro. No podemos tapar el sol con las manos.
Como decimos en el campo, para sanar esta infección que tiene la República, debemos llegar al hueso. Debemos dejar que salga todo el pus para sanar la infección a nuestra Nación, y poder terminar de cuajo con este sistema corrupto que ha empobrecido a la Argentina.
Y se deben también fijar los mecanismos de control que le faltan a nuestra Republica, y que han quedado al desnudo con esta corrupción organizada que dio a luz el kirchnerismo, pero que es sistémica de nuestro país.
Los productores agropecuarios debemos ser protagonistas de nuestro futuro, y no desentendernos de la cosa pública. Porque no es la primera vez que la ilusión de una Argentina diferente se desmorona.
Por ello, desde CARBAP instamos a la Justicia a que actúe con celeridad e independencia; y a la sociedad, que no olvide a los empresarios, a las organizaciones cómplices ni a los políticos vinculados, para que nunca más regresen, reciclados, a quitarnos el futuro a los argentinos de bien.
Muchos de estos actores, que otrora ocupaban destacados cargos o puestos en organizaciones empresarias nacionales pretenden victimizarse frente a un sistema que ellos mismos prohijaron, con el único fin de ensanchar sus ingresos.
Los mismos empresarios que saqueaban, o hacían de claque en actos públicos, pagaban en sótanos a funcionarios retornos por licitaciones adjudicadas, mientras muchos ciudadanos de bien, a la intemperie luchábamos para cambiar nuestro país.
Se debe resolver esta red delictiva de corrupción con celeridad e independencia, sin que termine en el olvido. Porque quienes han sido los responsables y quienes tienen la plata robada, más allá de las penas que le correspondan, tienen que devolver el dinero.
Que devuelvan lo que se llevaron. Que los legisladores nacionales discutan y sancionen a la brevedad los mecanismos para recuperar los bienes malhabidos por parte de estos delincuentes de guantes blancos.
Porque quien le roba al Estado, es decir a todos nosotros, tiene que pagar por ello y devolver lo robado.
Porque el que le roba al Estado, le roba al rico, pero más le roba al pobre. Le roba el futuro. No podemos tapar el sol con las manos.
Como decimos en el campo, para sanar esta infección que tiene la República, debemos llegar al hueso. Debemos dejar que salga todo el pus para sanar la infección a nuestra Nación, y poder terminar de cuajo con este sistema corrupto que ha empobrecido a la Argentina.
Y se deben también fijar los mecanismos de control que le faltan a nuestra Republica, y que han quedado al desnudo con esta corrupción organizada que dio a luz el kirchnerismo, pero que es sistémica de nuestro país.
Los productores agropecuarios debemos ser protagonistas de nuestro futuro, y no desentendernos de la cosa pública. Porque no es la primera vez que la ilusión de una Argentina diferente se desmorona.
Por ello, desde CARBAP instamos a la Justicia a que actúe con celeridad e independencia; y a la sociedad, que no olvide a los empresarios, a las organizaciones cómplices ni a los políticos vinculados, para que nunca más regresen, reciclados, a quitarnos el futuro a los argentinos de bien.
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