Para los cien negocios familiares austriacos de LGV-Frischgemüse, ha sido una temporada sin interrupciones. Y eso a pesar de la ola de calor, porque cuando hace sol y calor, los tomates desarrollan todo su sabor. Gracias a que las distancias de transporte son cortas, los tomates cultivados por estas familias pueden alcanzar su máximo grado de maduración en el campo, por lo que llegan recién cosechados al mercado.
Los austriacos consumen una media de 29,2 kilos de tomate al año. Este sabroso fruto, por tanto, es la hortaliza favorita del país. Austria incluso celebra el 8 de agosto el Día del Tomate. La tendencia actual avanza hacia las variedades menos comunes, y también se están redescubriendo las variedades antiguas cultivadas en el país.
Tomates corazón de buey. Foto: LGV-Frischgemüse
El productor Franz Pannagl (izquierda) y Florian Bell, director de LGV Frischgemüse (derecha). Foto: LGV
La variedad corazón de buey, de 80 años de antigüedad, debe su nombre a su inusual forma acostillada. Tiene una piel particularmente fina y apenas semillas. En cuanto a sabor, esta rareza encabeza la lista de los tomates. Esta especialidad la cosecha el productor Franz Pannagl de finales de abril a finales de septiembre. El corazón de buey sabe todavía mejor cuando está ligeramente verde y presenta unas zonas anaranjadas.
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