Las “cuereadas” de ganado en la zona de Cuchilla del Fuego, perteneciente al centro oeste del departamento de Paysandú, “son casos muy puntuales”, afirmó a El País el coordinador del Instituto Plan Agropecuario (IPA) para la Regional Norte, Ing. Agr. Marcelo Pereira.
Según el técnico que sobrevoló esa zona y otras del departamento de Paysandú, “los predios y especialmente el campo natural, están pelados” o con muy baja disponibilidad de pasto, porque venían de una primavera con poco forraje, entraron al otoño con una condición inferior a la normal y el invierno les cayó con todo.
“Las cuereadas en Cuchilla del Fuego están focalizadas en dos o tres productores puntuales”, aclaró Pereira. Según su visión, el resto del departamento “si bien está con campos pelados, no está mostrando mortandades generalizadas de haciendas”.
Pereira confirmó que los casos puntuales de “cuereadas” obedecen a que los productores venían con cargas ganaderas altas en esos campos y llegaron a este momento que es clave, porque es el mes de menor disponibilidad de pasto en todo el año y tuvieron que cuerear. Es gente que no tomó decisiones cuando debió tomarlas”.
El coordinador del IPA para la Regional Norte confirmó que en estos días “los campos ya se movieron (comenzaron a rebrotar)” y recordó que “las tasas de crecimiento en el invierno estuvieron por encima de lo normal, pero como el crecimiento del pasto fue poco, por más que haya crecido 20%, no se nota mucho”.
Los técnicos del IPA venían advirtiendo a los productores que tomaran decisiones porque el año fue muy particular, ya se entró a la primavera con una menor cantidad de forraje en las unidades productivas, pero a los ganaderos, muchas veces les cuesta achicar las cargas pues significa descapitalizarse.
Realidad. Pereira sostiene que hoy se ve de todo en los campos sanduceros. “La gente que tomó decisiones a tiempo, hoy tiene los campos pelados pero la situación corporal del ganado es diferente”.
En ese sentido dijo que hay productores que están con poco pasto pero con los ganados relativamente bien en cuanto a estado corporal y “ese ganado aguanta bastante más para adelante”, afirmó el técnico del IPA. En la otra vereda “hay gente que está con baja disponibilidad de forraje hace dos o tres meses y esa es la gente que está sufriendo las consecuencias hoy”.
Lo otro curioso es que si bien los campos están pelados, según confirmó Pereira a El País “se ve poco ganado pastoreando en la ruta”, luego de que la Dirección General de Servicios Ganaderos del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca habilitó el pastoreo en las rutas para Artigas, Salto y Paysandú, siempre tomando las medidas de precaución necesarias para evitar accidentes y con previo permiso de la regional de la secretaría de Estado.
“Hay ganados muy complicados pero no se ve un pastoreo abundante de ganados en la ruta”, confirmó Pereira.
Según publicó El Telégrafo el problema forrajero se refleja en las ventas de raciones de Copayan (filial Paysandú). Juan Pablo Fumeaux, del sector raciones de la Cooperativa Agraria Nacional, dijo que “se pudo cumplir con las expectativas de los diferentes productores, teniendo en cuenta la alta demanda por raciones”. Las mayores consultas “fueron para el aporte a las recrías.
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