Los investigadores, pertenecientes al departamento de Genética de la UGR, compararon todos los genes que se expresan en el sistema nervioso de las langostas en su estado plaga con los que se expresan en el estado no plaga.
Así, han revelado que este fenómeno, altamente relacionado con el estrés, afecta a casi 20 mil genes (casi dos tercios del total de genes de las células del organismo). Asimismo, los investigadores infirieron y reconstruyeron la cascada de interacciones entre esos genes y la asociaron a la cascada de eventos fisiológicos, de comportamiento y poblacionales que experimentan esos insectos al pasar a formar plagas.
Este trabajo, publicado en la revista Scientific Reports por el profesor Mohammed Bakkali y su estudiante de Doctorado Rubén Martín Blázquez, supone un primer paso en los esfuerzos encaminados hacia un posible futuro desarrollo de tratamientos menos dañinos al medio ambiente y a la salud humana que los pesticidas.
Acordemente, estos investigadores han identificado una lista de genes con clara asociación con el fenómeno de las plagas y cuyo futuro estudio funcional podría arrojar moléculas útiles para una lucha anti plaga más respetuosa con el medio ambiente y menos dañina a la salud humana que los pesticidas de uso actual.
El profesor Mohammed Bakkali explica que, con los resultados obtenidos, “el objetivo y trabajos a seguir deberían determinar cuáles entre esos genes podrían servir para luchar contra la especie objeto de su estudio y cual podrían servir para luchar contra plagas de ortópteros en general”.
La amenaza de las plagas de langostas es omnipresente en grandes regiones del mundo. Todos conocemos su especialmente impactante efecto en África y Asia, aunque menos sabido es el hecho que varias regiones tanto de Europa como América y Australia también sufren las consecuencias de las plagas de distintas especies de ortópteros.
“Por lo tanto, no está de más recordar que el fenómeno de las plagas de langostas no solamente causa pérdidas multimillonarias, sino que genera hambrunas, acaba con rebaños, desequilibra ecosistemas, y su tratamiento con pesticidas afecta al medio ambiente y a la salud humana”, destaca el investigador de la UGR, quien recuerda que estos ortópteros fueron los responsables de la octava plaga bíblica.
Los resultados de este trabajo son, por lo tanto, un gran avance en la correspondiente línea de investigación. Bakkali explica que, tras haber obtenido estos resultados, su línea de investigación debería pasar ahora a la fase de la comprobación funcional de genes individuales antes de culminar en la exploración del potencial aplicable de sus descubrimientos.
El investigador de la UGR resalta el paralelismo observado en langostas entre el aumento del tamaño de la población, el aumento de la actividad y del estrés y el aumento de la expresión de genes, y se pregunta si, por curiosidad, “el estrés y la vida en altas densidades (grandes urbes) podría tener efectos de similar magnitud sobre la expresión de genes en humanos”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.