Los productores reclaman un precio base para las peras y las manzanas
SAN CARLOS DE BARILOCHE.- La crisis estructural de la fruticultura por la falta de competitividad en el mercado externo hace cada vez menos rentable la producción de peras y manzanas, tanto para los chacareros, que reclaman mayores precios de base, como para los exportadores, que registran caídas de más del 30 por ciento.
A dos meses del inicio de la temporada frutícola y de las primeras cosechas, se comienza a vislumbrar nuevamente un tractorazo en las rutas del Alto Valle del río Negro y Neuquén para la próxima semana por parte de los chacareros que piden soluciones antes de la cosecha.
La Federación de Productores de Fruta entregó un petitorio al gobierno provincial para exigir que el Estado intervenga en fijar un precio de referencia (que deberían respetar las exportadoras que compran su fruta) que “cubra el costo de producción”. La entidad pide un precio mínimo de 1,50 pesos por kilo de fruta para planta de empaque con una compensación de 1500 pesos por empleado que trabaje en las chacras y un descuento del 50 por ciento en las cargas laborales.
“Existe incertidumbre de los productores por la falta de políticas que permitan recuperar la rentabilidad perdida”, indicó el organismo que agrupa a los productores, el eslabón primario de la cadena frutícola, que también pide al Gobierno un aporte de 1500 pesos por hectárea para tareas culturales como raleo y control sanitario.
El gobernador Alberto Weretilneck pidió mesura a los productores y consideró “exagerado” el tractorazo anunciado, resaltando que este año el gobierno provincial otorgó 62 millones de pesos en aportes a los chacareros. Al mismo tiempo solicitó a las empresas exportadoras un “gesto” para el sector, concediendo los precios de referencia.
La provincia, a través de la Secretaría de Fruticultura, integrará junto con los productores, una mesa de análisis del costo de la producción para determinar el precio de referencia que luego se exigirá a las plantas empacadoras que adquieran esa fruta.
Por su parte, la Cámara Argentina de Fruticultores Integrados (CAFI) prefirió no responder por el momento al planteo de los chacareros. Los exportadores están afectados por los costos internos en aumento y los precios internacionales estancados.
La crisis europea golpeó fuerte en la fruticultura que tenía en ese mercado grandes compradores. Evidencia de esto es la caída promedio de un 30% de las exportaciones de peras y manzanas desde el Puerto de San Antonio Este.
A la situación financiera internacional, se sumaron las medidas restrictivas adoptadas por Brasil, el principal mercado para la fruta de pepita de Río Negro y Neuquén, que entre mayo y julio impidió el ingreso de la producción regional, como respuesta a las trabas a las importaciones adoptadas por la Argentina.
La solución tardía con la autorización paulatina de licencias para el ingreso de la fruta patagónica tuvo sus efectos en la exportación.
El mercado brasileño recibió -hasta el 31 de octubre- 147.689 toneladas de peras provenientes de esta región, un 6% más que el mismo período de 2011. Sin embargo, se lograron insertar en ese mercado sólo 22.899 toneladas de manzanas, un 60% menos que el año anterior, según información del Senasa.
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