Un convenio establecido entre el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA) y la empresa Monsanto permitirá introducir el material genético de soja RR2Y-Bt en los cultivares que a futuro desarrolle el organismo en su programa de mejoramiento genético para este cultivo. Este material combina la resistencia al herbicida glifosato, con la resistencia a insectos (lepidópteros). A esto hay que sumar que INIA realizará investigaciones para lograr una mayor adaptación a las condiciones climáticas y de suelos que existen en Uruguay.
Como consecuencia se podría incrementar los rendimientos en hasta 10 por ciento, lo cual potenciaría la rentabilidad de la soja en Uruguay, ya que la misma está estancada en torno a los 1.800 kilos por hectárea, cifra menor a la que se obtiene en otras naciones productoras.
El mismo evento ya fue presentado un año atrás a nivel privado para ser desrregulado y comercializado en Uruguay (sobre variedades producidas en Argentina), pero se encuentra en proceso de estudio por parte de las autoridades públicas. La misma situación se vive en Brasil y Paraguay, donde aún no se ha dado la autorización correspondiente.
"Van a pasar varias zafras para que el evento pueda comercializarse, ya que luego de la investigación de INIA debe presentarse al Instituto Nacional de Semillas para ser evaluado", indicó el presidente de Inase Pedro Queheille, quien de todas formas destacó que representa un importante avance para el sector agrícola. Los malos rendimientos de la soja, la cual es muy vulnerable a fenómenos climáticos adversos como la falta de agua, se considera un freno, para un desarrollo aún mayor del registrado de este cultivo a nivel local.
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