URUGUAY : La cosecha de cultivos de verano se desarrolla con normalidad “porque el clima seco ha sido beneficioso para que la tarea se cumpla de acuerdo a lo previsto”, señaló a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Edgardo Nasta, del Departamento Técnico de la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran). En la trilla de soja “estamos avanzando en […]
URUGUAY : La cosecha de cultivos de verano se desarrolla con normalidad “porque el clima seco ha sido beneficioso para que la tarea se cumpla de acuerdo a lo previsto”, señaló a EL TELEGRAFO el ingeniero agrónomo Edgardo Nasta, del Departamento Técnico de la Cooperativa Agraria Nacional (Copagran).
En la trilla de soja “estamos avanzando en un 75% en la cooperativa, con la particularidad que en el norte del departamento está prácticamente finalizada, quedando en la zona algún área para cosechar en el sur del departamento, que se estará finalizando en los próximos días”, sostuvo.
Consideró que los rendimientos han sido “muy dispares” y “hacia el norte y noreste de la ciudad de Paysandú hay una especie de línea divisoria de acuerdo a como se registraron las lluvias y los promedios estarán cerrando quizás por debajo de los 2.000 kilos”.
Hacia el sur de Paysandú la situación “es distinta”, porque entiende que el régimen de lluvias en milímetros totales “fue muy poca la variación pero hubieron algunas lluvias en momentos estratégicos y los rendimientos superan los 2.000 kilos”. Especificó que hay chacras que han rendido en torno a “3.400 y 3.500 kilos, por lo que en general y sumando las de la cooperativa, el rendimiento promediará entre los 2.000 y 3.000 kilos por hectárea”.
Para Nasta, depende mucho de qué situación presentaba el cultivo cuando dejó de llover en febrero, “cuando los campos se secaron. Eso tiene que ver con la situación intrínseca del campo en cuestión”. Si la seca se registró cuando el cultivo estaba definiendo el grano, “directamente mermó la cantidad de grano y de chaucha”, dijo. En cultivos de primera o de segunda –pero siembras tempranas a fines de octubre o primeros 15 a 20 días de noviembre–, “en donde los cultivos tenían más adelantado el ciclo, ahí se vio afectado el tamaño del grano”, aseveró.
Consideró que el tiempo “ha acompañado para que la logística funcione normalmente, tanto en la parte de la trilla con buena cantidad de maquinaria, como en la capacidad de almacenamiento”. Respecto a los fletes, indicó que “a veces en otros años se apreciaba picos de cosecha que alteraban un poco el orden, pero este año esto no ha ocurrido y las plantas están descargando con buena agilidad y no hay necesidad de secado teniendo en cuenta lo seco que están las plantas”.
En cuanto al sorgo, “viene más atrasado con un 60% de avance, estimándose que de continuar el tiempo así culminará en los primeros diez días de mayo”, según Nasta. Los rendimientos de los cultivos de primera hacia el sur de la ciudad de Paysandú en donde el agua no ha faltado, “han llegado a los 6.000 kilos por hectárea, con un promedio de 4.500 a 4.800 kilos por hectárea, mientras que para el norte oscilan en los 3.500 kilos”.
En la trilla de soja “estamos avanzando en un 75% en la cooperativa, con la particularidad que en el norte del departamento está prácticamente finalizada, quedando en la zona algún área para cosechar en el sur del departamento, que se estará finalizando en los próximos días”, sostuvo.
Consideró que los rendimientos han sido “muy dispares” y “hacia el norte y noreste de la ciudad de Paysandú hay una especie de línea divisoria de acuerdo a como se registraron las lluvias y los promedios estarán cerrando quizás por debajo de los 2.000 kilos”.
Hacia el sur de Paysandú la situación “es distinta”, porque entiende que el régimen de lluvias en milímetros totales “fue muy poca la variación pero hubieron algunas lluvias en momentos estratégicos y los rendimientos superan los 2.000 kilos”. Especificó que hay chacras que han rendido en torno a “3.400 y 3.500 kilos, por lo que en general y sumando las de la cooperativa, el rendimiento promediará entre los 2.000 y 3.000 kilos por hectárea”.
Para Nasta, depende mucho de qué situación presentaba el cultivo cuando dejó de llover en febrero, “cuando los campos se secaron. Eso tiene que ver con la situación intrínseca del campo en cuestión”. Si la seca se registró cuando el cultivo estaba definiendo el grano, “directamente mermó la cantidad de grano y de chaucha”, dijo. En cultivos de primera o de segunda –pero siembras tempranas a fines de octubre o primeros 15 a 20 días de noviembre–, “en donde los cultivos tenían más adelantado el ciclo, ahí se vio afectado el tamaño del grano”, aseveró.
Consideró que el tiempo “ha acompañado para que la logística funcione normalmente, tanto en la parte de la trilla con buena cantidad de maquinaria, como en la capacidad de almacenamiento”. Respecto a los fletes, indicó que “a veces en otros años se apreciaba picos de cosecha que alteraban un poco el orden, pero este año esto no ha ocurrido y las plantas están descargando con buena agilidad y no hay necesidad de secado teniendo en cuenta lo seco que están las plantas”.
En cuanto al sorgo, “viene más atrasado con un 60% de avance, estimándose que de continuar el tiempo así culminará en los primeros diez días de mayo”, según Nasta. Los rendimientos de los cultivos de primera hacia el sur de la ciudad de Paysandú en donde el agua no ha faltado, “han llegado a los 6.000 kilos por hectárea, con un promedio de 4.500 a 4.800 kilos por hectárea, mientras que para el norte oscilan en los 3.500 kilos”.
EN EL SUR
Los operadores entienden que se perdieron unos 1.000 kilos por hectárea respecto al rendimiento potencial debido a la ausencia de lluvias entre febrero y marzo, además de que los costos siguen siendo altos, a pesar de la abrupta caída de los precios de los granos. El precio promedio de la soja en la zafra 2013/2014 fue U$S 480 por tonelada y en la actualidad se ubica en U$S 340.
Los rendimientos en el sur del país son considerados muy buenos, en donde la soja de primera alcanza 3.000 kilos por hectárea y la de segunda entre 2.000 y 2.500 kilos, que para los promedios históricos de Uruguay son rendimientos buenos. Mientras que en el norte se obtienen entre 500 y 1.000 kilos menos y allí se nota que las chacras que fueron bien fertilizadas obtienen entre 500 o 1.000 kilos más.
Los operadores entienden que se perdieron unos 1.000 kilos por hectárea respecto al rendimiento potencial debido a la ausencia de lluvias entre febrero y marzo, además de que los costos siguen siendo altos, a pesar de la abrupta caída de los precios de los granos. El precio promedio de la soja en la zafra 2013/2014 fue U$S 480 por tonelada y en la actualidad se ubica en U$S 340.
Los rendimientos en el sur del país son considerados muy buenos, en donde la soja de primera alcanza 3.000 kilos por hectárea y la de segunda entre 2.000 y 2.500 kilos, que para los promedios históricos de Uruguay son rendimientos buenos. Mientras que en el norte se obtienen entre 500 y 1.000 kilos menos y allí se nota que las chacras que fueron bien fertilizadas obtienen entre 500 o 1.000 kilos más.
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