Ante la diseminación e incremento de malezas resistentes a herbicidas en lotes comerciales de soja, sorgo y maíz en Tucumán y el NOA, técnicos del INTA Famaillá – en el marco de los Proyectos Regionales con Enfoque Territorial y el Programa Nacional de Agroindustria y Agregado de Valor- brindan una serie de recomendaciones para productores […]
Ante la diseminación e incremento de malezas resistentes a herbicidas en lotes comerciales de soja, sorgo y maíz en Tucumán y el NOA, técnicos del INTA Famaillá – en el marco de los Proyectos Regionales con Enfoque Territorial y el Programa Nacional de Agroindustria y Agregado de Valor- brindan una serie de recomendaciones para productores y técnicos vinculados al sector.
Es importante considerar que la resistencia de las malezas surge por una conjunción de factores como la siembra directa, la tecnología de genética de resistencia al glifosato, las reducidas rotaciones de cultivos, entre otros. Esto se traduce en pérdida de rendimiento e incremento de los costos de producción. Por eso, “el enfoque de producción de estos cultivos debe cambiar a través de la concientización y el uso de diversas herramientas tecnológicas en producción para poder discontinuar los importantes cambios en las comunidades, densidades y frecuencias de malezas creados, como así también minimizar el impacto ambiental en el que estamos incurriendo”, sugieren los técnicos Ricardo Rodríguez y Luis Vicini del INTA Famaillá.
Entre las malezas resistentes al uso del Glifosato, el asesor fitosanitario Juan Morales de la Facultad de Agronomía y Zootecnia de la UNT explica que actualmente en la provincia se encuentran el Pasto Ruso (Sorghum halepense), Pasto Colorado (Echinochloa colona), Pasto Crespo (Urochloa panicoides), Pata de Gallina (Eleusine indica) y Cola de Zorro (Setaria spp.). Existen otras especies que, si bien no son resistentes, toleran altas dosis de glifosato, por lo que se evidencia un aumento significativo de las mismas con el paso de las campañas. Dentro de las Gramíneas están Tricloris (Chloris spp. y Trichloris spp.) y Papoforum (Pappophorum caespitosum); y dentro de las Latifoliadas, Borreria (Borreria spp.) y Gomfrena (Gomphrena pulchella).
Para minimizar la dispersión y contaminación de los lotes con estas malezas durante la cosecha de granos, los especialistas del INTA explican cómo realizar la limpieza de las máquinas paso a paso:
- Una vez finalizada la tarea de cosecha, proceder a la limpieza general de la máquina en un lugar aislado del lote, buscando que el flujo de aire de la sopladora llegue a todos los órganos de la cosechadora.
- Tener especial cuidado al momento de limpiar la zona de sacapajas, zaranda y zarandón en máquinas convencionales, donde quedan adheridas muchas semillas de malezas que se encuentran junto al material no grano (paja y granza) que ingresa a la máquina.
- Destapar y limpiar cuidadosamente zonas críticas donde se aloja este tipo
de semillas como el sinfín y la noria de retorno y de grano limpio. También, el cabezal y la zona del embocador. - Poner en funcionamiento la cosechadora en vacío con el cabezal embragado, a las revoluciones de régimen, para que las fuerzas de vibración producidas ayuden a expulsar el material removido durante el proceso de limpieza con la sopladora.
- Hacer fluir material seco por todos los órganos internos de la cosechadora para barrer semillas de malezas que puedan quedar ocultas durante la limpieza inicial. Se recomienda ingresar un fardo de alfalfa o RAC de caña desmenuzado con la cosechadora en funcionamiento, el cabezal y el molinete embragados y las tapas de los sinfines y norias cerradas. Proveer el fardo con una horquilla, colocándolo en forma continua desde ambos extremos del cabezal para producir un flujo de material por los sistemas de trilla, separación y limpieza. Para este proceso, colocar el molinete a la altura mínima, lo más cerca posible de la barra de corte sin dañar los dientes y con un régimen de vueltas elevado. Para cosechadoras de 200 a 300 hp, procesar un fardo; de 300 a 350 hp, dos fardos; y de 350 a 450 hp, tres fardos.
- Repetir todo el proceso de limpieza con la sopladora de aire de la máquina, con norias y sinfines abiertos, para descartar aquellas semillas y pajas que puedan ser removidas por el interior de la cosechadora sin ser expulsadas con el barrido del fardo.
- Prestar atención a la limpieza del carro tolva que acompaña a la máquina, que también puede estar infectado con semillas de malezas resistentes.
- A la hora de ingresar a un lote destinado a semilla, descartar los granos de la primera media tolva que se coseche para evitar la contaminación con semillas de malezas ingresadas a la máquina en lotes anteriores. Luego, soplar la tolva autodescargable e introducir medio fardo de alfalfa o RAC desmenuzado para limpiar las partes difíciles y ciegas de los sinfines.
Mayor información
Luis E. Vicini – vicini.luis@inta.gob.ar
Ricardo Rodríguez – rodriguez.ricardoa@inta.gob.ar
INTA EEA Famaillá
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