La Policía trabaja intensamente en procura de esclarecer un caso de abigeato de considerable magnitud, ocurrido el pasado fin de semana en un campo de Urdinarrain · Fue entre la noche del pasado viernes o la madrugada del sábado, cuando delincuentes carnearon seis vacunos que estaban en un campo propiedad de la familia Mohr
Al parecerlo los cuatreros balearon en las cabezas y luego faenaron cuatro vacas preñadas y a punto de tener sus crías, además de dos terneros grandes, todos de la raza Aberdeen Angus.
Los maleantes sacaron las mejores partes de los animales, dejando abandonado las patas, cabezas y las bolsas de las cuatro vacas con los terneritos por nacer.
Los autores obtuvieron más de 1.000 kilos de carne, que cargaron en una camioneta y un acopladito, de acuerdo con las huellas que quedaron sobre el terreno, tras lo cual efectivos de la Comisaria de Urdinarrain y de la Brigada de Abigeato departamental, se abocaron a la investigación del hecho.
· Secuestro de carne en Gilbert
La Brigada Abigeato de Gualeguaychú, vinculado con la investigación que se originó cuando un productor ganadero fue víctima de cuatreros que le faenaron clandestinamente sus animales vacunos, realizó un procedimiento en Gilbert.
Fue así que los brigadistas, se constituyeron en la localidad mencionada, en un local comercial que no solo estaría vendiendo carne de dudosa procedencia, sino que además tendría acopiado más cortes cárnicos dentro de una cámara frigorífica, ya que según los movimientos nocturnos habrían ingresado varios vacunos faenados ilegalmente, con la finalidad de su inmediato desposte para la venta y distribución, ya que allí se provee de carne clandestina a otros negocios de Basabilbaso.
Constituida la comisión policial ya frente al local observó estacionadas dos camionetas una Toyota Hilux y otra Ford F 100, siendo la primera muy similar a la utilizada en el hecho delictivo investigado, agregando como dato ilustrativo importante que el paragolpes trasero tenía supuestas manchas de sangre, mismos rastros hallados en la caja trasera de la segunda pick up.
Al inspeccionar la carnicería se constató distintos cortes cárnicos vacunos en la exhibidora y heladera comercial, además de verificar la presencia “excesiva” de grasa, lo que llamo la atención, más cuando se comprobó que la carne no estaba amparada por documentación que avale su procedencia, procediendo a decomisar 33,400 kgs. de carne vacuna, 07 kgs. de carne porcina, y 31 kgs. de grasa, acorde a lo dispuesto por la Ley de Carnes 7292. Dicha anormalidad hizo saber que se estaba tras la pista correcta, por ello se indagó al supuesto “infractor” si tenía algún otro recinto de refrigeración con carne vacuna, pero a sabiendas de su verdadera existencia, contesto que “no”, por eso no extraño que a escasos 10 metros del negocio se encontrara la cámara buscada, pero a pesar de ello negó increíblemente que fuera de su propiedad, tratando evidentemente de evadir el control brigadista al no permitir su apertura, solicitándose por ende una orden judicial para ingresar a inspeccionarla, montándose una vigilia sobre la misma hasta tanto la justicia se expida en el mandamiento, pero visiblemente perdido luego de 1,30 horas, el desalentado carnicero accedió al control de la cámara, donde se hallaron 5 cuartos, 3 costillares y una diversidad de cortes vacunos que obedecían a animales de buen porte como así también de terneros -coincidentes con los cuatrereados días atrás-, los cuales tal como se presumía no eran provenientes de una faena reglamentaria al no contar con factura que avalen su origen, lo que se confirmó no solo en papeles, sino al verificarse que una de las cabezas tendría un impacto de proyectil, estando la carne con vestigios de tierra y pasto, con un mal desangrado, que son típicos de una faena a campo, por lo que consecuentemente se decomisa más de 300 kgs. de carne bovina, que conforme a la investigación una pequeña parte será peritada como elemento de prueba para la causa penal, mientras que el resto se debió desnaturalizar por no estar apta para el consumo humano.
Según el sitio 03442, se dejó constancia que se realizó la apertura de la cabeza del animal a los fines de localizar el plomo en el interior, encontrando en el interior de la misma desintegrados restos de plomo que podría ser por ingreso de proyectil el de un calibre chico como el de un cal. 22.
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