La carne de cerdo de capa blanca, tan propia de la cultura gastronómica nacional, contiene las propiedades nutricionales adecuadas para formar parte de una dieta equilibrada durante cualquier etapa de la vida, ya sean niños, adolescentes, personas mayores o mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, según informa Interporc. Los más pequeños pueden encontrar en […]
La carne de cerdo de capa blanca, tan propia de la cultura gastronómica nacional, contiene las propiedades nutricionales adecuadas para formar parte de una dieta equilibrada durante cualquier etapa de la vida, ya sean niños, adolescentes, personas mayores o mujeres embarazadas o en periodo de lactancia, según informa Interporc.
Los más pequeños pueden encontrar en los cortes magros, como el lomo o el solomillo, un alimento adecuado para alcanzar un crecimiento óptimo, debido a que es fuente de proteínas de alto valor biológico, contiene minerales como fósforo o hierro, y vitaminas del grupo B. Tanto las proteínas como el fósforo son necesarios para el crecimiento y el desarrollo normales de los huesos en los niños.
Asimismo, la carne de cerdo contiene hierro, que contribuye al desarrollo cognitivo normal de los niños y ayuda a disminuir el cansancio y la fatiga, tan importante en la etapa escolar.
En otras etapas como la adolescencia, la carne de cerdo también resulta fundamental debido a los grandes requerimientos de nutrientes necesarios para culminar el desarrollo mental y físico. En este sentido, su principal interés radica en el aporte de proteínas, hierro, zinc y vitaminas del grupo B.
También desempeña un papel fundamental durante el embarazo y el periodo de lactancia. El consumo de carne de cerdo se adapta perfectamente a sus requerimientos nutricionales aumentados, ya que supone un gran aporte de proteínas y minerales, y además cubre casi el 100 % de las necesidades en B1 y vitamina B12.
Por último, debidoa su contenido en grasa, los cortes magros de la carne de cerdo y los productos cárnicos magros, como el lomo embuchado o el jamón cocido, pueden contribuir a aportar a la dieta de las personas mayores todos los nutrientes necesarios. Las proteínas que contiene resultan necesarias para conservar la masa muscular y mantener los huesos en condiciones normales. Minerales como el zinc contribuyen a la función cognitiva normal.
Asimismo, su gran versatilidad gastronómica le permite multitud de preparaciones que logran que el producto sea adecuado para ellos, troceada para guisar, en forma de carne picada, o al horno, entre otras.
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