El volumen negociado de soja a la fecha cayó un 15 por ciento y es el más bajo en los últimos tres años. Para los observadores la razón tiene que ver con que a fines de 2018, las retenciones que pagará el productor por comercializar la oleaginosa será de 24 por ciento, un premio para aquel que pueda esperar a ese momento.
De acuerdo a los datos que se conocieron al cierre del viernes consignados por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el valor de la oleaginosa se hizo eco de la baja externa y el futuro más cercano en MATba para entrega en los puertos de Rosario cerraba con una caída del 2% semanal llegando hasta los u$s252 la tonelada; mientras que el contrato mayo 2018 se mantuvo relativamente más estable perdiendo un 1% cerrado en los u$s265. De este modo, el diferencial entre ambos contratos continuó ampliándose hasta un 5% al cierre del día jueves.
Este es un dato que el productor conoce y es el motivo principal por el cual retiene sus granos. En pocas palabras si vende la soja en mayo próximo, ganará 13 dólares por tonelada. Desde Futuros y Opciones (FyO), Dante Romano señaló que “en este contexto, habrá más retención dado que el productor ve que tiene un premio y un tipo de cambio que va levantando lentamente, con lo cual deja el grano en el silobolsa”, consignó el informe publicado por el portal de la revista Chacra.
Para la jefa de estudios económicos de la BCR, Emilce Terré, un dato que no puede pasar desapercibido “del menor ritmo de negocios y frente a los ajustados márgenes que exhibe la actividad procesadora de soja con destino a exportación, es el volumen de molienda que en septiembre resultó ser el más bajo desde el ciclo comercial 2014/2015, con 3,19 millones de toneladas molidas”.
La Bolsa también subrayó que frente a lo visto en el disponible, los contratos a futuro muestran otra cara. La soja nueva lleva comercializado 4,9 millones de toneladas, se trata del valor más alto de los últimos seis años.
En este punto Romano afirmó que “más que salir a ofrecer precio, la exportación necesita que el productor le ponga precio a la mercadería que está a fijar”. A valores FOB actuales, lo postergado representan ingresos por u$s1.800 millones.
Por último, la entidad rosarina adelantó que con el panorama descripto los stocks finales para el ciclo comercial 2016/2017 se ubicaría en torno a los 16 millones de toneladas, llevando la oferta total disponible para la campaña 2017/18 a un volumen récord histórico de más de 70 millones de toneladas, incluso a pesar de la caída del área sembrada.
Sabido es que el al menos hasta marzo las ventas serán muy pocas y los gastos de campaña se vencen entre mayo y julio. La soja puede esperar, el silobolsa le da la seguridad al productor de que en ella puede durar hasta dos años. El maíz y el trigo, los cultivos para bancar la parada.
De acuerdo a los datos que se conocieron al cierre del viernes consignados por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), el valor de la oleaginosa se hizo eco de la baja externa y el futuro más cercano en MATba para entrega en los puertos de Rosario cerraba con una caída del 2% semanal llegando hasta los u$s252 la tonelada; mientras que el contrato mayo 2018 se mantuvo relativamente más estable perdiendo un 1% cerrado en los u$s265. De este modo, el diferencial entre ambos contratos continuó ampliándose hasta un 5% al cierre del día jueves.
Este es un dato que el productor conoce y es el motivo principal por el cual retiene sus granos. En pocas palabras si vende la soja en mayo próximo, ganará 13 dólares por tonelada. Desde Futuros y Opciones (FyO), Dante Romano señaló que “en este contexto, habrá más retención dado que el productor ve que tiene un premio y un tipo de cambio que va levantando lentamente, con lo cual deja el grano en el silobolsa”, consignó el informe publicado por el portal de la revista Chacra.
Para la jefa de estudios económicos de la BCR, Emilce Terré, un dato que no puede pasar desapercibido “del menor ritmo de negocios y frente a los ajustados márgenes que exhibe la actividad procesadora de soja con destino a exportación, es el volumen de molienda que en septiembre resultó ser el más bajo desde el ciclo comercial 2014/2015, con 3,19 millones de toneladas molidas”.
La Bolsa también subrayó que frente a lo visto en el disponible, los contratos a futuro muestran otra cara. La soja nueva lleva comercializado 4,9 millones de toneladas, se trata del valor más alto de los últimos seis años.
En este punto Romano afirmó que “más que salir a ofrecer precio, la exportación necesita que el productor le ponga precio a la mercadería que está a fijar”. A valores FOB actuales, lo postergado representan ingresos por u$s1.800 millones.
Por último, la entidad rosarina adelantó que con el panorama descripto los stocks finales para el ciclo comercial 2016/2017 se ubicaría en torno a los 16 millones de toneladas, llevando la oferta total disponible para la campaña 2017/18 a un volumen récord histórico de más de 70 millones de toneladas, incluso a pesar de la caída del área sembrada.
Sabido es que el al menos hasta marzo las ventas serán muy pocas y los gastos de campaña se vencen entre mayo y julio. La soja puede esperar, el silobolsa le da la seguridad al productor de que en ella puede durar hasta dos años. El maíz y el trigo, los cultivos para bancar la parada.
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