La cereza se ha ido posicionando en la región del Valle Medio como una alternativa de reconversión, pero también ha generado que empresas importantes orienten exclusivamente su horizonte de negocios hacia este fruto. En la comarca, las condiciones climáticas hacen que se logre un excelente producto, en cuanto a calidad, a lo que hay que sumar en alto nivel de productividad. Esto, sin duda, repercute en el precio final, por lo que este año se ha logrado un notable balance positivo en la relación costo-beneficio. La creciente producción hace que más de mil personas estén en este momento trabajando en la cosecha y el empaque.
“Este es un excelente año”, sostuvo Humberto Castro, que tiene poco más de una hectárea en Paso Piedras, zona rural de Choele Choel. “Estamos hablando de rindes de poco más de 10.000 kilos por hectárea”, indicó.
En la localidad de Chimpay, están instaladas Cerezas Argentinas y Seco SA, empresas cuya principal producción se orienta a la cereza. Sólo entre ambas firmas contratan, desde los primeros días de noviembre y hasta mediados de diciembre, cerca de mil trabajadores: 800 dedicados a la cosecha y el resto para los galpones de empaque.
En la comarca se producen un abanico de variedades. “De esta manera, se orientó la matriz productiva hacia las variedades de maduración temprana, destinando un 50% de las 200 hectáreas del proyecto para variedades de este tipo (Santina, Royal Dawn, Chelan y Brooks) y complementándolas con otras medias (Stella, Bing y Van) y tardías (Kordia, Regina, Lapins y Sweetheart) en menor escala, lo que permite extender el período de cosecha desde principios de noviembre hasta diciembre”, indica desde su página web la empresa Cerezas Argentinas.
Ceco SA tiene 70 hectáreas en producción, con la utilización de alta tecnología. Se instaló en la zona en 2004 y desde entonces no ha parado de crecer.
Castro señaló que él, por su parte, produce Bing y Stella. Estas variedades tempranas, ya sea por las condiciones del suelo o por la exposición de los frutos al sol, logran un excelente color que va del rojo al granate intenso y un intenso gusto dulce, con un dejo de acidez en boca. Gran parte de lo producido en las más de 300 hectáreas en la zona están destinadas a exportación o mercados concentradores de otros puntos del país. La ventaja de poder levantar la producción antes de las fiestas hace que se pueda establecer como fruta primicia en mercados internacionales, gracias a lo que logra excelentes precios y colocación.
Sólo en el caso del mercado interno la balanza de costo-beneficio sostiene que el costo por kilo ronda los 10 pesos (1,20 dólares), mientras que se pueden obtener precios de venta que van desde los 30 a los 40 pesos (3,60-4,80 dólares). Esto se multiplica de manera exponencial si se la exporta.
Por su parte, Castro sostuvo que si bien la planta alcanza su punto de producción a los cuatro años; si se coloca bien el producto, ya en el quinto año se amortizan los costos de los plantíos.
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