En Uruguay el agro deja de crecer y se prepara para una nueva etapa
El año 2015 marca el comienzo de una nueva etapa para las materias primas en general y para el agro uruguayo en particular. Coinciden los tiempos políticos con los económicos. Más allá de que no quepan esperar cambios en la política agropecuaria uruguaya. Por primera vez desde la llegada de la izquierda al poder un ministerio de ganadería se enfrenta a cinco años en los que los precios no jugarán a favor.
En particular el 2015 es el primer año en mucho tiempo que empieza ya con una perspectiva insertada en la nueva realidad. En particular en la agricultura, los productores saben desde el arranque que sin altos rendimientos no habrá posibilidad de margen, algo que hace mucho tiempo no sucedía. Durante la década pasada el alto precio de la soja permitía que aún con productividades medianas se lograra un margen.
De modo que uno de los primeros aspectos a observar del año que está comenzando es la posibilidad de que haya una adaptación de la agricultura que implique una cierta renuncia de las áreas menos productivas y más lejanas de los puertos a la producción de granos y su eventual pasaje a la ganadería.
En particular, la superficie a sembrarse con trigo y cebada parece de las más vulnerables, ya que la conjunción de precios ajustados y año Niño quita expectativas por todos lados. Quienes quieran desafiar esas situaciones y sembrar trigo y cebada cuentan con algunos argumentos: el trigo de buena calidad en el mundo es escaso, lo que abunda es solamente el de calidad media a baja. Rusia seguirá afectada por sanciones y posiblemente con restricciones a la exportación. Las empresas malteras se esforzarán por mantener condiciones favorables a los productores que les eviten importar el grano.
En el balance será difícil que la agricultura sostenga el crecimiento que tuvo en la década anterior. El mundo ya no precisa más área agrícola, ha recuperado stocks y el costo uruguayo, en particular en lo que refiere al transporte de granos irá determinando un gradual ajuste, especialmente si el precio de la soja se mantiene por debajo de los US$ 400 al productor.
EEUU puede repetir un área importante de maíz y soja, especialmente en el caso de la oleaginosa, lo que daría persistencia a una situación de precios moderados a bajos.
El crecimiento del agro en 2015 tendrá como motores principales a la ganadería y la forestación. En el caso de la forestación la maduración de bosques, una mayor ritmo de cosecha de pinos y la incorporación de montes del plata de lleno al procesamiento y exportación de celulosa marcarán un cambio respecto a 2014.
Y en el caso de la ganadería, la persistencia del aumento en el volumen faenado marcará una lógica más ganadero agrícola que en años anteriores, que puede ser el comienzo de una tendencia de largo plazo, que vuelve a ubicar a la ganadería en un papel central.
Pero exceptuando el salto en las exportaciones forestales y de carne vacuna, el agro parece entrar en una etapa en la que apenas logrará sostener el volumen de producción alcanzado en estos años. La economista Verónica Durán, en las proyecciones presentadas anualmente por OPYPA estimó un crecimiento del agro exiguo para este año y el próximo. El crecimiento de este año cayó a 0,5% desde un 4,6% en 2013 y el crecimiento que se proyecta para 2015 es de apenas 0,2%.
La baja en la producción de los cultivos de invierno, la estabilización en el área de soja y una ganadería que ya tiene un stock récord y un stock ovino que va en baja parecen mostrar que el agro solo será impulsor de las exportaciones uruguayas a partir de la celulosa y levemente en la carne vacuna.
Asi planteadas las cosas empieza una nueva etapa. Es posible que un camino para crecer pueda tener que ver con la diversificación. Durante 10 años la agricultura se pensó casi que exclusivamente como soja/trigo y algo de cereales de verano e invierno como complemento.
Ese camino fue muy útil y transformó al Uruguay a lo largo de los últimos diez años. Y aunque agrega valor desde muchos puntos de vista, su capacidad de facturación parece haber llegado a un tope. Puede mantener una inercia en base a la productividad de cultivos de verano y de la ganadería en base a un verano lluvioso que continúa una excelente primavera tanto para la ganadería como para los cultivos de verano. Pero más allá de ese impulso meramente climático debe encontrar nuevas vías de crecimiento.
Argentina, presionada por los impuestos a la exportación ha desarrollado un conjunto de cultivos, en su mayoría leguminosas, que pueden ser una via de reducir la dependencia de los resultados de la soja y las alternativas del maíz. Una vez que El Niño se haya ido la siembra de maíz –que ya bajará en esta primavera- se hará más difícil. La alta producción de soja de EEUU y Brasil en la cosecha pasada puede repetirse. En Brasil se espera un aumento en la producción con los cultivos ya sembrados y los primeros pronósticos del área sojera de EEUU en el año próximo realizados por Informa Economics apuntan a que el área se mantendrá o incluso puede subir levemente. Aunque la demanda de China siga muy firme, seguirse jugando a la oleaginosa implica un riesgo. Más allá de lo que pueda aportar una tentativa con cultivos como arvejas, garbanzos, porotos o maníes en términos de empezar a generar conocimiento respecto a como se producen y a su potencial para generar cadenas agroindustriales que empiecen a sustituir en el mercado interno a productos importados, también es posible que la soja empiece a ser industrializada localmente. En ese sentido la captación de inversores por parte de Cereoil hace pensar que sigue vivo un proyecto que está en estudio desde hace varios años.
En síntesis el 2015 consolidará lo que ya mostró el 2014, seguir creciendo es una tarea ardua para el agro uruguayo que va a requerir de algún cambio de paradigma a desarrollar en la segunda mitad de la actual década. Mientras eso no suceda, y con precios monopólicos para el gasoil, habrá márgenes más reducidos y riesgos aumentados para quienes arriendan tierras y agua, para los proveedores de insumos y servicios y quienes no obtengan rendimientos agrícolas de excelencia tendrán pérdidas importantes.
Los supuestos de Opypa para 2015
Al proyectar un crecimiento de apenas 0,2% para el año próximo en el agro uruguayo, la Oficina de Programación y Políticas del MGAP no espera que todo quede igual. Muy por el contrario, tiene supuestos fuertes, tanto en su crecimiento como en su caída.
Entre las actividades que crecerían respecto a 2014 están los cultivos de invierno. Allí el supuesto es que no cambiaría mayormente el área pero que volvería a rendimientos normales luego de la magra cosecha de este año. De ese modo, tanto trigo como cebada tendrían una recuperación de su producción de 15%. En agricultura también proyecta un crecimiento de 6% en la soja, luego de un 10% de caída en 2014. También proyecta un crecimiento de 1,5% en la lechería respecto a 2014, también bajo el supuesto de un clima un poco más favorable al extremadamente lluvioso de este año.
No espera Opypa un crecimiento en la carne vacuna que bajaría 0,4%, en tanto el maíz caería 6% prolongando el desnceo de 18% en 2013 y de 9% en este año. El sorgo también caería en 2015 luego de un fuerte aumento de 46% este año en base a la demanda generada en torno a Alur.
En nuestra opinión es difícil estimar todavía un mantenimiento en el área de cultivos de invierno, al tiempo que entendemos puede esperarse un crecimiento mayor en la carne vacuna.
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