lunes, 4 de enero de 2016

La propuesta "Cambiemos" seguramente aumentará las producciones-


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A pesar de que el gobierno del Presidente Mauricio Macri no hizo 
pública, por ahora, una auditoria general de cómo recibió la 
economía, las declaraciones de diferentes funcionarios y las 
medidas que tomaron, confirman que tanto el Estado nacional y la  
mayoría de las provincias se han quedado sin recursos, 
consecuencia de la grave situación económica y social 
que ha dejado el último gobierno.
   Como consecuencia, una vez superada la emergencia coyuntural, 
la dirigencia política en general debería promover en forma 
urgente, que las provincias encuentren mecanismo de recaudación 
propios para atender los gastos corrientes y definir después una 
nueva relación de coparticipación federal. 
   Este fue uno de los temas que se analizó en la reunión plenaria 
con todos los gobernadores y el Jefe de Gobierno de la Ciudad de 
Buenos Aires en la quinta presidencial.
   Así la mala administración no es solamente de la provincia de 
Buenos Aires como lo expresó públicamente la gobernadora María 
Eugenia Vidal, sino también de las mayoría las provincias y del 
gobierno nacional. 
   Los resultados están a la vista tanto a nivel de la provincia 
de Buenos Aires y como de casi todos los estados provinciales. 
   La infraestructura vial y ferroviaria después de una década de 
los mayores ingresos que se tenga memoria por comercio exterior y 
recaudación de impuestos, no están en condiciones de atender el 
aumento de la producción del próximo ciclo 2016-2017 para hacerla 
llegar en forma competitiva a los mercados y puertos para su 
exportación. 
   Consecuencia: el flete terminó siendo un limitante para el 
aumento de la producción en las zonas más alejado, por la mala 
gestión del estado que la gestión de Macri viene a corregir.
   La primera conclusión frente a esta realidad, es que no hay 
federalismo si no hay federalismo fiscal. Hay que discutir y 
consensuar una nueva ley de coparticipación federal y una reforma 
impositiva moderna basada en los tres principios de la 
tributación: pagar por lo que se gana, por lo se gasta y por lo 
que se tiene. 
   Un país que aspire a salir del subdesarrollo no puede estar 
permanentemente manejado con regímenes de emergencia y en este 
sentido, la propuesta de Cambiemos podría mejorar las producciones 
agrícolas. 
   Como su nombre lo indica, las retenciones a las exportaciones 
pueden haber servido para una emergencia, pero no pueden ser un 
instrumento de política permanente. 
   Por suerte al iniciar su gestión el Presidente Mauricio tomó la 
decisión de eliminar todas los impuestos por exportar -salvo la 
soja que quedo en 30 puntos-, porque era un compromiso de campaña 
y no está dispuesto en sus gestión a seguir convalidando el cobro 
de tributos distorsivos y confiscatorios como son los mal llamados  
derechos de exportación, para poder cumplir con su objetivo 
principal de lograr la pobreza cero al fin de su mandato
   Para cumplir con ese objetivo necesita entre otras políticas, 
un modelo planificado de desarrollo en el cual se transforme la 
materia prima en sus lugares de producción en alimentos 
terminados, para llegar a las góndolas de los supermercados del 
mundo. 
   Esta es la principal receta para el crecimiento que tiene 
la Argentina para duplicar nuestros ingresos por exportación en 
pocos años, por medio del potencial de producción dormido que 
tiene el complejo agroindustrial. 
   Si nos abrimos al mundo en forma competitiva y permanente habrá 
más trabajo, mejores trabajos y mayores impuestos e ingresos por 
exportación para cubrir todas las necesidades sociales y de 
infraestructura que necesita el país.
   Un debate pendiente a corto plazo, es que no son tolerables 
retenciones de 30 puntos en zonas alejadas de los puertos y en 
donde por lo general los rindes son menores. 
   Se puede dar la paradoja que muchos lotes con rindes bajos se 
dejen sin cosechar, porque al seguir teniendo al Estado como 
"socio bobo que siempre gana a pesar del que el productor este 
perdiendo", al entregarle el 30% del bruto de la cosecha arriba 
del buque, no conviene cosechar lotes con bajo rendimiento. 
   Una solución seria y más práctica para salir de esta 
confiscación, es cobrar retenciones en todas las ventas a cuenta 
del pago de ganancias. Mejoraría la recaudación y achicaría la 
evasión de impuestos. 
   Los recursos aumentarán cuando el productor reciba íntegro el 
precio de su trabajo determinado por el libre funcionamiento del 
mercado. 
   El párrafo anterior no es un principio teórico: es el camino 
que eligieron los países más exitosos que mantienen un alto nivel 
de vida para sus habitantes. Todos los debates ideológicos 
terminan cuando los que menos tienen viven cada día mejor. 
   En tanto, el problema no es sólo del gobierno y de los 
políticos sino, también, de la dirigencia agropecuaria. Es haber 
cometido de un error irresponsable –una nueva utopía- actuando 
como si la Argentina pudiera desarrollarse dependiendo sólo de los 
buenos precios internacionales de las materias primas. 
   Quedó demostrado enon la última década la necesidad del agro de 
tener política de Estado para hacer previsibles las inversiones en 
el largo plazo.
   Me pregunto ¿La propuesta de Cambiemos será la que nos permita 
cambiar para no seguir repitiendo los errores por la utopía de 
vivir con lo nuestro? 
    La respuesta a esta pregunta la tendremos cuando 
tengamos cerrado el año 2016 que ya puede marcar una tendencia del 
nuevo ciclo que se inició en el país el 10 de diciembre del 2015.
AN/MAF

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