viernes, 29 de enero de 2016

De cada 7 kilos de alimentos que se exportan, solo 1 kilo es para consumo humano


La Argentina embarcó 72 millones de toneladas de alimentos en 2015, pero solo 10 millones tienen son para alimentar personas.
La Argentina exportó en 2015 más de 72 millones de toneladas de productos agropecuarios, pero solamente 10 millones, es decir solo 1 de cada 7 kilos embarcados, fueron alimentos para consumo humano directo. La inmensa mayoría -57 millones de toneladas- fueron insumos que otros países utilizan para engordar a su propio ganado y así aliemntar a su población. Así, queda muy lejos todavía el sueño de que el país se convierta en el “supermercado del mundo”, como aseguran muchos políticos.
Los datos son oficiales y pertenecen al Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que se ocupa de certificar la salubridad de cada uno de los embarques. El año pasado se controlaron 57.011.668 toneladas de alimentos para animales que salieron para el exterior, contra 10.331.739 toneladas de productos que pueden ser consumidos directamente por las personas. Adicionalmente se vendieron al mundo otras 5.284.596 toneladas de productos del campo que tuvieron un destino industrial, como el aceite de soja (que se usa como insumo de la industria alimenticia), el tabaco o la fibra de algodón.
La contundencia de estas cifras indica que aquel desafío de “alimentar al mundo” es por ahora una simple quimera y que la especialización real de la agricultura argentina pasa por producir alimentos para que otros países engorden a sus ganados y generen la proteina animal necesaria para alimentar a sus ciudadanos. En consecuencia, la Argentina no consigue colocar alimentos (y mucho menos industrializados), y así reduce sus posibilidades concretas de generar empleo y mejorar el ingreso de divisas.
Por cierto, la oferta argentina de alimentos para consumo humano es rica y variada. Incluye cereales como el maní, el trigo, la cebada, el arroz; aceites de girasol y mezcla comestible; frutas de pepita y cítricas, frutas transformadas, legumbres y hortalizas, infusiones (yerba mate y té), carne de vacuno y de pollo, menudencias, jugos, miel, lácteos de todo tipo, pescados y mariscos, etcétera. Pero las exportaciones de todos esos alimentos implicaron en 2015 menos del 15% de sus exportaciones de productos agropecuarios.
En cambio, casi 80% fueron productos cuyo destino final será alimentar, por ejemplo, cerdos en China, bovinos en Europa, las mascotas en Estados Unidos, y hasta los salmones en Chile. En ese rubro ingresan 13,3 millobnes de toneladas de porotos de soja, otros 24,9 millones de harina de soja (el principal producto nacional de exportación), 17 millones de maíz y 1 millón de sorgo, 133 mil toneladas de forraje de cebada, 192 mil toneladas de alimentos para animales, 23 mil toneladas de balanceados, 19 mil toneladas de alfalfa, 31 mil toneladas de harinas animales y 2.200 toneladas de Gluten Meal, un derivado de la molienda de maíz utilizado en nutrición animal

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