Así surge de un informe de la cámara que agrupa a los frigoríficos
Pese al fuerte incremento en los precios, el consumo de carne vacuna volvió a crecer el año pasado en el país.
Así surge del informe mensual de Ciccra, la Cámara de la Industria y el comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina.
En efecto, según este informe, en diciembre, el promedio se ubicó en 59,9 kilogramos al año por persona, lo que implicó una suba de 1,7 por ciento interanual.
“Diciembre fue un mes atípico en cuanto al comportamiento del mercado de hacienda” ya que “al habitual descenso de la oferta explicado por el cierre del año fiscal” se sumaron “los efectos de la inundación, traducidos en un faltante de 300 mil terneros, y el aumento de la retención de vientres ante la llegada de un gobierno que trajo políticas de estímulo a la producción, a través del sinceramiento del tipo de cambio, la quita de retenciones a la exportación de carne y la disminución de derechos para la exportación de cueros”, planteó el informe.
Esos factores, explicó, “generaron un fuerte aumento de precios (25-27 por ciento) del ganado en pie que se inició a fines de noviembre y continuó en los primeros días de diciembre”.
¿Bajarán los precios?
Según el informe de Ciccra, “los valores se están revirtiendo y seguramente a fin del corriente mes quedarán con una modificación positiva de alrededor de 14 al 16 por ciento”, y prevé que “esta caída de los precios de las categorías de hacienda en pie también va a trasladarse al precio al consumidor”.
El informe precisó en diciembre se faenaron 986 mil cabezas de ganado vacuno, lo que significa una merma de 3,9 por ciento interanual, y el nivel de actividad se ubicó 9,8 por ciento por debajo del promedio de los diciembre de 1980 a 2014.
Así, 2015 cerró con una faena total de 12,2 millones cabezas, o sea un ascenso de apenas 0,8 por ciento frente al año anterior aunque remarcó que fue “la segunda más alta de los últimos seis años”.
La participación de las hembras en la faena total en 2015 fue de 41,6 por ciento, el ratio más bajo de los últimos tres años, y que representa un descenso de 6,7 por ciento comparado con 2014, y que se compensaron con la mayor cantidad machos sacrificados (por ciento).
En 2015 la industria frigorífica vacuna faenó un total de 12,2 millones de cabezas, es decir apenas 0,8% más que en 2014 (100,6 mil cabezas). No obstante la contracción señalada en el párrafo anterior para el último trimestre del año, la faena correspondiente a 2015 se sostuvo como la segunda más alta de los últimos seis años.
Finalmente, en 2015 la producción total ascendió a 2,74 millones de toneladas r/c/h. En relación a 2014 creció 2,5% (66,9 mil toneladas). Y esto se debió al leve avance ya señalado de la faena total y al aumento del peso promedio declarado, que fue de 1,7% anual (en 2015 el promedio fue de 225 kilos por res).
Tal como surge del gráfico, 92,8% de la producción se destinó al mercado interno en el último año. El consumo total ascendió a 2,542 millones de toneladas y se ubicó 2,6% por encima del registrado en 2014. El promedio móvil (últimos doce meses) ubicó el consumo interno por habitante en los apuntados 59,9 kilos en el año.
Así surge del informe mensual de Ciccra, la Cámara de la Industria y el comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina.
En efecto, según este informe, en diciembre, el promedio se ubicó en 59,9 kilogramos al año por persona, lo que implicó una suba de 1,7 por ciento interanual.
“Diciembre fue un mes atípico en cuanto al comportamiento del mercado de hacienda” ya que “al habitual descenso de la oferta explicado por el cierre del año fiscal” se sumaron “los efectos de la inundación, traducidos en un faltante de 300 mil terneros, y el aumento de la retención de vientres ante la llegada de un gobierno que trajo políticas de estímulo a la producción, a través del sinceramiento del tipo de cambio, la quita de retenciones a la exportación de carne y la disminución de derechos para la exportación de cueros”, planteó el informe.
Esos factores, explicó, “generaron un fuerte aumento de precios (25-27 por ciento) del ganado en pie que se inició a fines de noviembre y continuó en los primeros días de diciembre”.
¿Bajarán los precios?
Según el informe de Ciccra, “los valores se están revirtiendo y seguramente a fin del corriente mes quedarán con una modificación positiva de alrededor de 14 al 16 por ciento”, y prevé que “esta caída de los precios de las categorías de hacienda en pie también va a trasladarse al precio al consumidor”.
El informe precisó en diciembre se faenaron 986 mil cabezas de ganado vacuno, lo que significa una merma de 3,9 por ciento interanual, y el nivel de actividad se ubicó 9,8 por ciento por debajo del promedio de los diciembre de 1980 a 2014.
Así, 2015 cerró con una faena total de 12,2 millones cabezas, o sea un ascenso de apenas 0,8 por ciento frente al año anterior aunque remarcó que fue “la segunda más alta de los últimos seis años”.
La participación de las hembras en la faena total en 2015 fue de 41,6 por ciento, el ratio más bajo de los últimos tres años, y que representa un descenso de 6,7 por ciento comparado con 2014, y que se compensaron con la mayor cantidad machos sacrificados (por ciento).
En 2015 la industria frigorífica vacuna faenó un total de 12,2 millones de cabezas, es decir apenas 0,8% más que en 2014 (100,6 mil cabezas). No obstante la contracción señalada en el párrafo anterior para el último trimestre del año, la faena correspondiente a 2015 se sostuvo como la segunda más alta de los últimos seis años.
Finalmente, en 2015 la producción total ascendió a 2,74 millones de toneladas r/c/h. En relación a 2014 creció 2,5% (66,9 mil toneladas). Y esto se debió al leve avance ya señalado de la faena total y al aumento del peso promedio declarado, que fue de 1,7% anual (en 2015 el promedio fue de 225 kilos por res).
Tal como surge del gráfico, 92,8% de la producción se destinó al mercado interno en el último año. El consumo total ascendió a 2,542 millones de toneladas y se ubicó 2,6% por encima del registrado en 2014. El promedio móvil (últimos doce meses) ubicó el consumo interno por habitante en los apuntados 59,9 kilos en el año.
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