El portavoz comunitario de Consumo resalta que habría un coste económico para el consumidor
La Comisión Europea (CE) estudia la posibilidad de modificar las normas sobre el etiquetado de los alimentos que contienen carne procesada, para dar información sobre el origen de la misma, ha dicho el portavoz comunitario de Consumo, Enrico Brivio. Sin embargo, Brivio cree que se trata de “un tema complejo”, sobre el que el Ejecutivo comunitario “va a reflexionar y a dar su opinión en las próximas semanas”. Como transfondo, se señala que “es cierto que hay un estudio que revela que al consumidor le gustaría tener esta información, pero a la vez no quiere pagar un precio adicional, mientras que el estudio de impacto parece demostrar que si queremos ese etiquetado, tenemos que tener un precio adicional”, dijo el portavoz.
El debate ha saltado de nuevo a la actualidad después de que hace unos días la agencia europea de cooperación judicial (Eurojust) anunciara el desmantelamiento de una red de comercio de carne de caballo ilegal que operaba en varios países de la Unión Europea, entre ellos Francia, Bélgica, Irlanda y Holanda.
En este sentido, ha destacado que “el fraude puede ocurrir siempre si no se quiera respetar la ley”, ha subrayado.
Por otra parte, ha indicado que la CE trabaja en iniciativas para aumentar la cooperación entre los Estados miembros con el fin de combatir este tipo de problemas, por ejemplo con la “Red europea contra el fraude alimentario”, creada en 2013.
La cooperación está funcionando bien, como demuestra el trabajo conjunto llevado a cabo por los países que han investigado el nuevo escándalo, ha añadido el portavoz.
También ha recordado que el pasado diciembre entraron en vigor nuevas normas a nivel europeo sobre el etiquetado de los alimentos que contienen alérgenos y este abril también comenzó a aplicarse una nueva legislación sobre el etiquetado de la carne de cerdo, oveja, cabra y pollo, que obliga a indicar el país donde el animal ha sido criado y sacrificado.
El fraude europeo de la carne de caballo puede afectar a 4.700 caballos no aptos para el consumo
La operación del pasado viernes se saldó con la detención de 26 personas, la incautación de 37.000 euros, 800 documentos de caballos, medicación, microchips y equipos informáticos. Además, Eurojust indicó que más de 200 caballos serán ahora examinados por los servicios veterinarios.
Las autoridades francesas estiman que entre 2010 y 2013, se sacrificaron 4.700 caballos no aptos para el consumo humano para introducir su carne en la cadena alimentaria, para lo que falsificaban, modificaban o suprimían la documentación oficial que acompañaba a este producto.
En la operación participaron policía y autoridades judiciales de Francia, Bélgica, Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Holanda y Reino Unido.
En 2013 estalló en Europa el escándalo generado por la aparición de carne de caballo en multitud de productos procesados, como lasañas congeladas, con etiquetas de carne de vacuno.
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