El Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), a través del Centro Regional de Investigación INIA La Cruz, junto a la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), ambas instituciones del Ministerio de Agricultura, están liderando un innovador proyecto que busca reintroducir al mercado el “tomate limachino” producto que, pese a su “extinción”, sigue siendo parte del inconsciente colectivo de los habitantes que residen en la zona central del país. Como co-ejecutor asociado del proyecto, participará la Universidad Federico Santa María.
“Como parte del Ministerio de Agricultura estamos preocupados de preservar, recuperar y poner en valor los recursos genéticos y productos que son propios de nuestro país, por eso junto a la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) hemos iniciado un proyecto para volver a introducir en el mercado el “tomate limachino”, un producto que se estaba perdiendo, pero que tiene un fuerte arraigo en esta zona y amplias proyecciones por su calidad y características de aroma, textura y sabor”, expresó el director Nacional del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA), Julio Kalazich.
El director ejecutivo de FIA, Héctor Echeverría, en tanto, dijo que “en la Fundación para la Innovación Agraria asumimos este desafío de rescatar y valorizar lo mejor del campo, que se ha ido perdiendo, porque las personas han dejado de sembrar y las variedades han comenzado a desaparecer. Por eso, este proyecto del tomate limachino busca rescatar la esencia del tomate, ese con buen olor, crujiente, con un sabor especial, a diferencia del que tenemos ahora, insípido. La iniciativa pretende valorizar y rescatar este tomate y que tenga una mayor vida, 10 o 15 días una vez cosechado, permitiendo a los agricultores tener una mejor comercialización y precio por kilo puesto en el mercado. Con esto aseguramos el patrimonio agroalimentario del país y entregamos a la gente lo que quiere consumir, que son los sabores de antaño”.
El director del proyecto e investigador de INIA La Cruz, Juan Pablo Martínez, destacó que “esta iniciativa viene a cristalizar un arraigado anhelo tanto de las Asociaciones de Pequeños Agricultores de Limache como de la Municipalidad de Limache, quienes desean ver reconocido de manera tangible el carácter patrimonial del producto. Con este proyecto, se nos ha abierto un puerta para que el “tomate limachino” y la zona de Limache (y sus alrededores) puedan llegar a tener un pequeño, pero importante, reconocimiento nacional e internacional”.
Para sus gestores, la reciente adjudicación del proyecto “Valorización territorial, saludable y sensorial del Tomate Limachino para la Agricultura Familiar Campesina de la Provincia de Marga Marga”, es vista como un primer y necesario paso hacia la anhelada denominación de origen de este producto tan característico para la zona del interior de la Región de Valparaíso.
Para ello, recientemente se llevó a cabo la primera reunión de planificación entre los actores involucrados para dar a conocer a los agricultores presentes los detalles, acciones y etapas del proyecto, además de fortalecer las relaciones entre el equipo de trabajo.
Las instituciones socias del proyecto, junto a INIA y FIA, son la Asociación de Canalistas Embalse Lliu lliu, la Comunidad de Agricultores Los Leones, la Asociación Tranque Las Lomitas de Los Laureles, las Asociaciones de Pequeños Agricultores de Limache, la Ilustre Municipalidad de Limache y el Instituto de Desarrollo Agropecuario INDAP, Región de Valparaíso,
El proyecto será dirigido por el Dr. Juan Pablo Martínez (INIA La Cruz), experto en hortalizas y fisiología vegetal; y cuenta además con la participación de Erika Salazar (INIA La Platina), Natalia Olivares (INIA La Cruz), Victoria Muena (INIA La Cruz), Lida Fuentes (INIA/CREAS), y Raúl Fuentes (Universidad Federico Santa María).
En esta reunión, se generó una discusión interesante respecto a lo que se espera en estos dos años de trabajo y la dimensión de lo que implica obtener una denominación de origen del tomate limachino. Los agricultores que asistieron a la reunión expresaron sus sentimientos y recordaron no sólo las variedades que cultivaban antiguamente sus padres y abuelos sino que la forma de cultivarlos trayendo a la memoria aromas y sabores. Algunos de ellos han mantenido la tradición de sus padres y abuelos produciéndose un traspaso de conocimiento tradicional, que será fundamental en el desarrollo de este proyecto.
Uno de los objetivos de este proyecto es seleccionar e introducir germoplasma de tomate limachino genuino a partir de los bancos de germoplasma INIA e internacionales y accesiones locales de la provincia del Marga Marga.
En este ámbito, la coordinadora alterna del proyecto, Erika Salazar, investigadora de la unidad de recursos genéticos del INIA, destacó el carácter estratégico de los recursos genéticos de Chile y la importancia de respetar y proteger los conocimientos, innovaciones y prácticas tradicionales del cultivo “ya que no sólo se recupera una variedad sino que la historia, el territorio y el patrimonio cultural”.
La conservación de recursos genéticos, agregó, representa una importante oportunidad para el desarrollo del país, pues a través de ésta se pueden resguardar en un banco los recursos que día a día están desapareciendo. Destacó la necesidad de recuperar los territorios y recursos ya que “son la base para la preservación del conocimiento identificando aquellos recursos genéticos con potencial alimentario e industrial como es el caso del tomate limachino”.
Como antecedente, es preciso recordar que en 1996 el Instituto Nacional de Propiedad Industrial, INAPI, designó al INIA como curador de los recursos genéticos a nivel nacional.
Otro de los propósitos del proyecto es evaluar la calidad específica del tomate limachino en cuanto a sus propiedades saludables y sensoriales a partir del desarrollo de pautas de manejo cultural inocuas para el ambiente y salud humana.
Asimismo, se identificará el valor territorial del cultivo del tomate limachino y su sentido de pertenencia para la Agricultura Familiar Campesina de la Provincia del Marga Marga; evaluar el impacto económico que permita otorgar valor al tomate limachino, un modelo de negocio; y, transferir los resultados del proyecto a la Agricultura Familiar Campesina de la Provincia del Marga Marga.
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