sábado, 1 de abril de 2017

Desarrollan muebles resistentes al agua a partir de un adhesivo de soja


Técnicos del INTI utilizan una formulación natural para para la fabricación de aglomerados de madera. A diferencia del producto comercial que se utiliza, no contiene elementos tóxicos.
A fin de agregar valor a la soja, el principal cultivo que se siembra en el país, especialistas del Centro de Caucho del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) desarrollaron un adhesivo natural para fabricar aglomerados de madera con elevada resistencia a la humedad ambiente.
“Comenzamos la investigación con el propósito elaborar un producto alternativo a los adhesivos más utilizados en el mercado —a base de urea-formaldehído (UF)—, libre de elementos tóxicos. Luego de probar diferentes formulaciones detectamos que la mezcla entre proteínas de soja y una arcilla nacional (proveniente de la Patagonia) daba muy buenos resultados”, explica Alejandro Bacigalupe del INTI, que trabaja con este tema como tesis de doctorado.
El nuevo producto tiene propiedades mecánicas similares al comercial y su metodología de elaboración es sencilla, lo cual permitirá a las industrias madereras producirlo en sus propios establecimientos. Por tratarse de un producto cien por ciento orgánico, es importante realizar la formulación en el momento en que se va a utilizar.
Desarrollan muebles resistentes al agua a partir de un adhesivo de soja
Los investigadores del INTI en plena fabricación de la innovación.

“Lo destacable es que se elabora con materiales renovables —a diferencia del UF que es a base de petróleo—, es económico, sustentable y aporta a la madera resistencia al agua. Los resultados que hemos obtenido hasta el momento demuestran que el adhesivo previene deformaciones por la humedad”, agrega Mariano Escobar, responsable del sector Nanocompuestos Avanzados de INTI-Caucho.
El mineral fue provisto por el Centro de Tecnología de Recursos Minerales y Cerámicos (CETMIC) de la ciudad de La Plata, que previamente realizó su caracterización química. Su incorporación fue posible gracias al desarrollo de un protocolo de mezclado que permitió llevar el tamaño original de las arcillas (del orden del micrómetro) a escala de los nanómetros (es decir, 15 veces más pequeña que el diámetro de un cabello).
“El potencial de aplicación es muy grande porque para exportar mobiliario a la Comunidad Europea se exige como requisito que contenga niveles bajos de UF. También hay otros países, como Estados Unidos, que están avanzando en ese sentido”, anticipa Escobar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.