Como parte de su estrategia para excluir a la CGT y a las dos CTA de las negociaciones oficiales, Mauricio Macri encabezará mañana en el microestadio de Ferro un acto por el Día del Trabajador rodeado de un puñado de gremios que desconoce la legitimidad del triunvirato de mando cegetista. Más allá del golpe escénico, el Presidente aprovecharía la tribuna sindical para hacer algunos anuncios vinculados al mundo laboral.
Precisará detalles sobre la iniciativa de reconvertir los planes sociales en trabajo genuino. La reestructuración comenzará con los planes asistenciales que administra el Ministerio de Trabajo, que serían unos 280.000.
La ayuda se convertiría en un voucher de $ 4000 que facilitaría el ingreso del beneficiario al mercado formal. El Estado, de esta manera, en vez de subsidiar a un desempleado o a un empleado informal, buscará subsidiar una parte del salario convencional mientras dure la prestación social.
El límite para el cálculo del beneficio serían los salarios brutos de hasta $ 12.000 y podría haber excepciones según la región donde esté radicada la empresa que recibirá el auxilio.
El ministro de Trabajo, Jorge Triaca , aspira a que la industria de la construcción, la textil y el empleo rural sean las primeras actividades que adhieran a esta suerte de blanqueo laboral.
Se espera además que Macri ratifique el rumbo de las negociaciones con los gremios del transporte para beneficiarlos con la reducción de la carga del impuesto a las ganancias de las horas extras y los días feriados.
A largo plazo, el objetivo es extender el beneficio al resto de las actividades. Este guiño a los transportistas esconde una intencionalidad: romper el alineamiento que los sindicatos del sector mantienen con la CGT. El transporte, en definitiva, fue el músculo más vigoroso que garantizó el impacto del paro general del 6 de abril último.
Desde el Ministerio de Trabajo le prepararon a Macri un borrador con las estadísticas sobre el empleo y las negociaciones salariales, por lo que no se descarta que haya una mención en su mensaje, que tendrá eje en la “cultura del trabajo”.
Según el organismo que lidera Triaca, el empleo mostró signos leves de recuperación y exhibirán como un logro haber cerrado casi un tercio de las paritarias del sector privado.
Un dato: todas las subas salariales que se concretaron superaron el 17% que estimó el Gobierno como pico máximo de inflación para este año.
El sindicalismo macrista, que tiene al ruralista Gerónimo Venegas como su rostro más visible, tendrá su primera gran prueba como aliado del Gobierno. Montará mañana un acto en Ferro para agasajar al Presidente y a su gabinete.
El equipo de ceremonial de la Casa Rosada trabajó codo a codo con Venegas en los preparativos. Acordaron que no se entone la marcha peronista, que se repartan empanadas en vez de choripanes y blindar a Macri de cualquier agresión física y verbal.
Detrás de Venegas están las 62 Organizaciones Peronistas, el histórico brazo político de la CGT que está hoy algo desarticulado.
Venegas, además, es un aliado directo del Gobierno: Fe, su fuerza política, integra la coalición Cambiemos en la provincia de Buenos Aires.
Venegas, junto con su tropa de las 62 Organizaciones Peronistas, impugnó el año pasado en el Ministerio de Trabajo al triunvirato de mando de la CGT por considerar que su elección no se ajustó al estatuto de la central sindical. Aspiran a forzar un llamado a normalizar la central, con un único secretario general.
Inmersa en una interna, la CGT tendrá su propia celebración por el 1° de Mayo, con un acto en Obras Sanitarias.
La intención del triunvirato de mando será unificar su discurso, escenificar cierta armonía tras la pelea de la semana pasada en el consejo directivo y demostrar que la central es la única garante de paz social.
Se acordó que el moyanista Juan Carlos Schmid sea el único orador. Del acto participarán delegados y algunos militantes con el fin de evitar posibles desbordes como los que ocurrieron el 7 de marzo, cuando la izquierda tomó por asalto el escenario tras un acto frente al Ministerio de Industria y Producción.
En la CGT tomaron como una provocación el encuentro de Macri con los opositores al triunvirato. “Me parece que ahonda las diferencias. Será un acto de patrones. Venegas es un patrón de estancia y alcahuete del Gobierno. Se lleva bien porque debe obtener alguna ventaja gremial a cambio”, acusó Carlos Acuña, el jefe cegetista que representa al barrionuevismo.
La atomización del rompecabezas sindical quedará expuesta el 1° de mayo. Además de los actos previstos en Ferro y Obras Sanitarias, las dos CTA se mostrarán juntas en una marcha hacia la plaza del Congreso. Allí hablarán Pablo Micheli y Hugo Yasky , quienes avanzan en sus gestiones para reunificar la central en 2018, cuando vencen sus mandatos.
Pero la jornada también contemplará actos y movilizaciones de la izquierda sindical y de los movimientos sociales.
El Frente de Izquierda de los Trabajadores, que integran el PO, el PTS e Izquierda Socialista, se manifestará en la Plaza de Mayo con una consigna en contra del “ajuste de Macri”. Otros bastiones de la izquierda, como el Nuevo Mas y el MST protestarán en el Obelisco.
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