Venezuela: El retraso en la importación de semillas complica la producción de papa

Los problemas se multiplicaron esta temporada para la producción de papas. El retraso en la importación de las semillas fue determinante. El ciclo de siembra comenzó más tarde de lo habitual y 50% de la cosecha se perdió al comenzar la temporada de lluvia.

Solo en Carabobo, los agricultores esperaban obtener cinco millones 250 mil kilos entre las 350 hectáreas que trabajaron, pero tuvieron que sacar las papas sin que se cumpliera el ciclo de cultivo de 90 días, y solo lograron cosechar dos millones 625 mil kilos. “Esto contribuyó a que los rendimientos desmejoraran, el agua pudrió gran parte de la producción”, aseguró el director de la Federación Nacional  de Productores de Papa y Hortalizas de Venezuela, Aldemaro Ortega.

Una vez más el control cambiario es señalado como responsable de una nueva crisis. Las semillas llegaron a destiempo. La licencia para importar fue asignada tarde y no contaron  con dólares preferenciales, por lo que la agroindustria los financió a dólar libre.

70 de los 72 productores de Carabobo lograron sacar parte de la cosecha, mientras que los dos restantes aún esperan que  el agua termine de drenar, para revisar el estado del tubérculo y evaluar los daños. “Hay que esperar que salga el sol para poder meter la maquinaria y sacar la cosecha”.

Ante esta situación solicitó al Ejecutivo que a través de Agropatria, vuelva a importar la semilla y que la misma llegue en los lapsos estipulados. “Este año esto no se hizo por la condición del país, se nos alegó que no había dólares”.

Pérdidas multiplicadas

El tipo de cambio provocó que los costos y las pérdidas se multiplicaran. El monto de un  saco de semilla de 25 kilos que antes costaba  salía mil 50 bolívares, lo pagaron esta vez en 30 mil, lo que significó un incremento de 2757%. Mientras que el  precio del saco de abono se disparó de dos mil 263 bolívares a seis mil bolívares, y la mano de obra pasó de siete mil bolívares semanales a 45 mil.

El resultado fue uno de los más caros cultivos para el sector. “Si se mantienen estas condiciones es imposible seguir sosteniendo este tipo de siembra, necesitamos que el Gobierno nos ayude”.