La planta procesadora de materia prima de origen marino que tiene la cooperativa Mar Adriático Ltda., en Alejandro Korn al 600, es una síntesis de lo que ocurre en la mayoría de las fábricas de la pesca marplatense.
Mesadas relucientes, pisos secos, delantales colgados de la pared azulejada. Casi ni olor a pescado se siente al recorrer el establecimiento que tiene lugar para 65 fileteros, 11 peones, envasadoras y personal de limpieza.
“En diciembre se trabajó 9 días; en enero 2; en febrero 8; en marzo 10 y en lo que va de abril, llevamos 4 días”, especifica Patricio Alessandroni. El Síndico de la cooperativa reconoce que nunca se había registrado tan bajo nivel de actividad y se muestra preocupado por la evolución de la paritaria que negociaron CaIPA y el SOIP.
“Creo que es el golpe de gracia para los que estamos en el medio; si no caemos este año, será el que viene, pero muy pocos están en condiciones de pagar esa suma a cuenta”, dice Alessandroni.
En Mar Adriático trabajan de manera asociada 150 personas. Eran más de 400 cuando se conformó la cooperativa, allá por 2012. Además del establecimiento propio alquila una planta frigorífica donde congela materia prima.
“No tenemos fin de lucro. Todo lo que ingresa se distribuye una vez afrontados los gastos. La Ley de Cooperativas de Trabajo establece que el asociado debe tener un ingreso igual o mayor que quien se desempeña bajo relación de dependencia. Pero en este contexto, si ya no mandaban pescado, mucho menos lo harán ahora cuando las empresas deben pagar 9 mil pesos a cuenta del porcentaje que terminen acordando el mes que viene”, subraya el Síndico.
Como forma de paliar estos meses de casi total inactividad, Mar Adriático viene entregando adelantos en el orden de los 3 mil pesos mensuales. “Un buen mes de trabajo, un peón tenía anticipo de utilidades por 10 mil pesos la quincena… es muy fuerte… intentan sumar en otro lado y nosotros hacemos lo que está a nuestro alcance para que puedan subsistir”, completa el dirigente.
Alessandroni reconoce que algunos socios pidieron permiso a la administración de la cooperativa para llevarse el equipo de la planta y poder hacer alguna changa en otro lado. “Intentan sobrevivir como pueden y es lógico… da impotencia tener esto para dar trabajo y que esté todo parado. He hablado con empresarios y algunos colegas y todos dicen lo mismo: la imposibilidad de hacer frente al compromiso asumido por CaIPA”.
Algunas cooperativas entregaron un porcentaje a cuenta del cierre paritario de la patronal con el sindicato. Entre el 10% y el 15% según el caso, en el mes de marzo. “Nosotros no hemos podido dar nada. Tenemos capacidad para procesar 500 cajones por día y solo una vez de estos 33 días que trabajamos en los últimos 150, nos dieron esa cantidad”.
Por último Alessandroni lamentó que una actualización salarial necesaria para los trabajadores y obreros del pescado provoque más desocupación en un sector que ya suma más de 600 despidos o “arreglados” en los últimos 16 meses.
“Acá parece claro que los socios más importantes que tiene CaIPA y que están en condiciones de pagar lo que firmaron –aseveró el dirigente cooperativo– quieren que el resto desaparezca para tener mayor control sobre la actividad. Porque esto es lo que terminará pasando. Si no es este año será el que viene, pero no hay dudas de que serán cientos de obreros en la calle”.-
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