URUGUAY : Los industriales están dispuestos a importar si se pone en riesgo la producción interna
La habilitación del ingreso de pollos de EEUU, que ya se concretó con la llegada de un contendedor, “preocupa seriamente” a los productores que serían los más afectados del sector, remarcó a El Observador el presidente de la Asociación de Façoneros de Pollos Unidos, Daniel Pereira.
También expresó su inquietud el presidente de la Cámara Uruguaya de Productores Avícolas (Cupra), Miguel Fernández, quien definió la situación como “muy delicada”.
Este hecho agrava la situación originada con el ingreso de pollo trozado de Brasil la semana pasada, que viola un acuerdo de 2010 que habilitaba la entrada solo de pollos enteros, recordó Pereira.
Para Fernández se pone en riesgo la actividad de la cadena avícola uruguaya, que en su conjunto concentra a 5.700 trabajadores, y admitió que si la producción local es afectada en su viabilidad a la industria no le queda otra alternativa que importar el producto para su comercialización en Uruguay.
Si EEUU tiene necesidad de exportar porque 40% de sus exportaciones se destinaba a Rusia, que ahora le cerró el mercado, habrá que ver si el producto llega por debajo de sus costos en una política de dumping; “en ese caso nos va a provocar problemas”, admitió Fernández.
Por otra parte, Pereira comentó que los productores han venido trabajando por levantar restricciones que permitan al sector ser más competitivo, “y ahora recibimos estas impactantes noticias”. Recordó que en 2010 se hizo un acuerdo del que participaron el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) y los industriales brasileños, “en el que se estableció que no se iba a importar pollo trozado desde Brasil. Se acordó autorizar el ingreso de 120 toneladas mensuales de pollo entero, pero resulta que el MGAP liberó la importación de un contenedor de pechugas de pollos, que ya está en el mercado local. A esto se suma que ahora ingresa un contenedor de muslos de Estados Unidos a $ 36 el kilo”, sostuvo el productor. “Esto no es algo simbólico, ya está impactando en el mercado interno”, afirmó el avicultor.
Explicó que en el caso de Brasil se manifestaba lo mismo y ahora ingresó la pechuga de pollo, que compite con la industria local, que pierde en términos de competitividad por mayores costos salariales y de tarifas públicas. Pereira enfatizó que el mayor problema no es de los industriales, sino de los productores façoneros, que no pueden desarrollar otra actividad porque la infraestructura de sus predios está creada para producir pollo.
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