La bioseguridad y la vigilancia epidemiológica son complementarias y sinérgicas, se potencializan mutuamente. La bioseguridad es el pilar fundamental de la salud avícola. La vigilancia epidemiológica es información analizada para la acción y su objetivo es obtener información actualizada y oportuna
Conferencia del Dr. Edgar Leonel Bailey Vargas, ANAVI, Guatemala, presentada en el XXIII Congreso Centroamericano y del Caribe de Avicultura, La Habana, Cuba, junio de 2014.
La bioseguridad es el pilar fundamental de la salud avícola, en el cual se llevan a cabo procedimientos técnicos, medidas sanitarias y normas de trabajo aplicadas en forma lógica para prevenir el ingreso de agentes infectocontagiosos a las explotaciones avícolas y de éstas a otras explotaciones.
Los agentes infecciosos en aves de corral constituyen una amenaza para la sanidad de éstas y para la salud pública, y además tienen significativas implicaciones económicas y sociales.
Se deben implementar medidas de bioseguridad con el objetivo de prevenir la introducción y propagación de agentes infecciosos en la cadena de producción de aves de corral.
La bioseguridad se debe reforzar con la adopción y aplicación de los principios de las Buenas Prácticas avícolas y del sistema de Análisis de Peligros y Puntos Críticos de Control (APPCC).
La granja avícola por manejar seres vivos, está permanentemente expuesta al ataque de enfermedades, algunas de ellas altamente patógenas, pero todas importantes desde el punto de vista económico, pues provocan mortalidad, merman la producción y encarecen los costos de producción.
Los países están expuestos a muchas enfermedades, que son transmitidas por microorganismos tales como: bacterias, virus y hongos, las cuales ante la movilidad y el comercio actual pueden llegar en cualquier momento a la granja.
Vigilancia epidemiológica
Es el conjunto de actividades que permiten reunir la información indispensable para conocer en todo momento la conducta o historia natural de la enfermedad (o los problemas o eventos de salud), detectar o prever cualquier cambio que pueda ocurrir, con el fin de recomendar oportunamente las medidas indicadas que lleven a la prevención y el control de la enfermedad.
Vigilancia es la recopilación, análisis, interpretación y difusión, en forma sistemática y constante, de datos específicos sobre eventos de salud-enfermedad en una población para utilizarlos en la planificación, ejecución y evaluación de la salud pública.
La vigilancia epidemiológica es información analizada para la acción y su objetivo es obtener información actualizada y oportuna para ofrecer orientación técnica a quienes tienen responsabilidad de decidir acciones de prevención y control.
Tipos de bioseguridad
Bioseguridad pasiva:
•Inherente a la situación geográfica (densidad de aves, otras especies, cercanía a humedales, vías de comunicación, etc.)
•Debe de tomarse en cuenta cuando se decide instalar una granja.
•Inherente a la situación geográfica (densidad de aves, otras especies, cercanía a humedales, vías de comunicación, etc.)
•Debe de tomarse en cuenta cuando se decide instalar una granja.
Bioseguridad activa:
•Medidas de actuación directas (cerco perimetral, control de visitas, higiene personal, eliminación de cadáveres, manejo de estiércol, arcos y otros métodos de desinfección, control de roedores y otras plagas, control de animales domésticos, silvestres, agua, alimentos, programas de vacunación, etc.)
•Medidas de actuación directas (cerco perimetral, control de visitas, higiene personal, eliminación de cadáveres, manejo de estiércol, arcos y otros métodos de desinfección, control de roedores y otras plagas, control de animales domésticos, silvestres, agua, alimentos, programas de vacunación, etc.)
La bioseguridad es un compromiso
En la bioseguridad se encuentran comprometidas e involucradas todas las personas que trabajan de alguna forma en la avicultura, por lo que podemos afirmar que bioseguridad es un compromiso de todos. Es esencial que todo el personal de las granjas conozca, maneje y aplique este concepto.
La producción avícola regional se ve constantemente amenazada por enfermedades enzoóticas o exóticas, con agentes causales con características epidemiológicas diferentes. Para contrarrestar estas amenazas la bioseguridad constituye la herramienta más valiosa ya que con su aplicación se minimiza el riesgo de introducción de enfermedades a las unidades de producción avícola.
Es de suma importancia conocer la epidemiologia del agente patógeno causal de las enfermedades, para que las medidas de bioseguridad sean efectivas. Si la epidemiologia no se entiende estas medidas fallaran.
Plan regional de bioseguridad avícola
Los países de Centroamérica y el Caribe recientemente se han visto muy amenazadas por la presencia de dos subtipos de influenza aviar de importancia epidemiológica por sus presentaciones de alta patogenicidad en México, país que lamentablemente le ha tocado padecer la presencia de los subtipos H5N2 y H7N3 los cuales le han ocasionado grandes pérdidas económicas.
Esta condición obligó a los países vecinos a desarrollar acciones sanitarias de vigilancia epidemiológica y de bioseguridad para proteger su avicultura, bajo los conceptos de “bioexclusión” para minimizar los riesgos de introducción de enfermedades al interno de las unidades de producción avícolas, y de bioconteción para minimizar los riesgos de diseminación de enfermedades desde una granja avícola afectada a otras unidades de producción.
Se han homologado criterios técnicos para la implementación de un plan regional de bioseguridad avícola. La directriz técnica correspondiente a la regulación de la actividad avícola regional, tiene como objeto establecer y regular las actividades que deben reunir y cumplir los integrantes de la cadena de producción avícola a fin de armonizar los procedimientos, actividades, criterios, estrategias y técnicas operativas, en el desarrollo y realización de acciones y actividades a ejecutarse en los programas sanitarios avícolas nacionales.
La bioseguridad y la vigilancia epidemiológica son los principales elementos para la prevención y lucha contra las enfermedades y para lo cual es prioridad regular el establecimiento y funcionamiento de las granjas y demás instalaciones avícolas.
Enfermedades objeto del programa
En forma consensuada las autoridades sanitarias de la región y la industria avícola acordaron desarrollar acciones de prevención, control y erradicación de las siguientes enfermedades:
a) Influenza aviar
b) Enfermedad de Newcastle
c) Laringotraqueitis infecciosa aviar
d) Tifosis/pullorosis
b) Enfermedad de Newcastle
c) Laringotraqueitis infecciosa aviar
d) Tifosis/pullorosis
Para garantizar la eficacia de las acciones sanitarias de vigilancia epidemiológica para las enfermedades objeto del programa, las unidades de producción avícolas deberán estar registradas, georreferenciadas y bajo el control del programa de sanidad avícola con el objeto de verificar y certificar su estatus sanitario.
En cada unidad se levanta una boleta de campo, para caracterizarla epidemiológicamente y definir la vulnerabilidad o capacidad de respuesta ante un evento sanitario que amenace a la unidad.
La caracterización epidemiológica de las unidades de producción avícola, proporciona información básica para el diseño del modelo epidemiológico para cada unidad, de acuerdo a las características del agente causal, huésped y su interrelación con el ambiente.
En cuanto a la bioseguridad esta evaluación inicial nos permite categorizar a la unidad en términos de excelente, bueno, regular y deficiente.
Medidas para vigilancia epidemiológica
Categorización de granjas por niveles:
Nivel 1 – Sistema integrado industrial: alto nivel de bioseguridad
Nivel 2 – Sistema de producción comercial con medidas de bioseguridad moderada a alta
Nivel 3 – Sistema de producción comercial con medidas de bioseguridad baja a mínima
Nivel 4 – Producción familiar o de traspatio con mínima o ausencia de bioseguridad
Nivel 2 – Sistema de producción comercial con medidas de bioseguridad moderada a alta
Nivel 3 – Sistema de producción comercial con medidas de bioseguridad baja a mínima
Nivel 4 – Producción familiar o de traspatio con mínima o ausencia de bioseguridad
El Plan de Bioseguridad debe de contemplar un componente de capacitación, asesoría y asistencia técnica para que gradualmente vayan superando las deficiencias detectadas y escalar en categorías por el bien de su producción, de acuerdo a la finalidad zootécnica de la explotación.
Está demostrado científicamente que el aumento de los niveles de bioseguridad en las explotaciones avícolas tiene un efecto marcado sobre la disminución de la carga de estrés de diferentes tipos en las aves, y por ende en un aumento de su productividad.
Solamente uniformizando los criterios de bioseguridad y de vigilancia epidemiológica de la avicultura, lograremos lazos de confiabilidad, responsabilidad entre los Estados y empresarios que debe existir ante el surgimiento de nuevas enfermedades que afecten a las aves y humanos.
Se debe garantizar con estas medidas el equilibrio necesario para el resguardo de la producción avícola.
Bibliografía
Bioseguridad en Planteles de ponedoras comerciales. Ministerio de Agricultura, Servicio Agrícola y Ganadero. Gobierno de Chile.
Bailey E. Caracterización epidemiológica de Unidades de producción Avícola.
ANAVI, Guatemala
ANAVI, Guatemala
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