En México la diversificación comercial es una necesidad, no porque no se tenga mercado para los productos mexicanos, sino por una simple cuestión de soberanía comercial. El contexto comercial en el cual México se ha desenvuelto en los últimos años es una muestra de la posibilidad existente para seguir incrementando las exportaciones mexicanas al exterior, [...]
En México la diversificación comercial es una necesidad, no porque no se tenga mercado para los productos mexicanos, sino por una simple cuestión de soberanía comercial.
El contexto comercial en el cual México se ha desenvuelto en los últimos años es una muestra de la posibilidad existente para seguir incrementando las exportaciones mexicanas al exterior, el gobierno mexicano ha pretendido dar sustento al crecimiento de los sectores en los cuales se tiene ventajas competitivas.
Desde la firma del Acuerdo de Asociación Económica México-Japón (AAE, de aquí en adelante), los lazos entre estos dos países se fortalecieron. Este acuerdo se incorpora a la red de tratados de libre comercio firmados por México, dicho acuerdo representa una importante oportunidad para materializar el potencial de exportación mexicano al mercado japonés y atraer mayores flujos de inversión que contribuirían a incrementar la producción, el empleo y la competitividad en México.
El AAE permite a México aprovechar la complementariedad entre las economías de México y Japón, al intensificarse las actividades bilaterales de comercio, inversión y cooperación económica. Con base en datos estadísticos podemos detectar que Japón es el décimo país más poblado del mundo con 127 millones de habitantes con un Producto Interno Bruto (PIB) per cápita de 34,510 dólares en 2013. Su población tiene una edad promedio de 42 años, por lo cual necesita localizar inversiones en otros países en donde la población sea joven y capacitada. México es el décimo primer país más poblado del mundo con más de 105 millones de habitantes, con una edad promedio de 23 años, y cuyos trabajadores están crecientemente capacitados.
Japón es productor y exportador de bienes de alta tecnología dado ello, los productos procedentes de ese país incluyen alto valor agregado, sus trabajadores alcanzan salarios elevados. Combinado con las características antes señaladas, Japón necesita importar insumos con tecnología media-alta. México a su vez, es uno de los principales productores y exportadores de bienes con tecnología media-alta, por ende es y puede seguir siendo un suministrador de esos insumos para la industria japonesa.
La integración formal de México a la economía japonesa, permite a los productos mexicanos un acceso preferencial al tercer mercado más grande del mundo. Además matizar que el AAE no es sólo un instrumento comercial, ya que además incluye disposiciones vinculadas a cooperación bilateral.
Japón es el tercer importador de productos agroalimentarios del mundo, importa aproximadamente 40 mil millones de dólares, lo cual equivale al doble del comercio total de productos agroalimentarios entre los países miembros del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
Con base en lo antes señalados, destacar que de los estados mexicanos con una fuerte presencia en la producción nacional de carne de cerdo destacan: Sonora, Jalisco, Puebla, Guanajuato y Yucatán, los cuales tienen las condiciones de producción para incrementar la exportación si logran encontrar nuevos mercados; son estados con recursos y experiencia en este sector, lo cual les permite en cualquier momento incrementar la producción en los distintos eslabones de la cadena productiva, para lograrlo es necesario un contexto internacional viable, lo cual les permita intensificar la venta al exterior y por ende la producción. Lo anterior es una tarea ardua, requiere el trabajo conjunto de los productores en colaboración con las políticas y estrategias del gobierno.
Los organismos internacionales prevén que en el caso de la producción y el consumo mundial de carne de las diferentes especies pecuarias, éstas mantendrán su dinámica de crecimiento, aunque de forma diferenciada. La carne de bovino será la de menor dinamismo, en tanto que la de cerdo será la que domine en la preferencia de los consumidores. Adicionalmente y dado el crecimiento del comercio internacional de alimentos, los países que más presencia tienen en el comercio internacional tienden a establecer normas sanitarias, de seguridad biológica y de inocuidad cada vez más estrictas y rigurosas. (SAGARPA 2012)
Con base en los elementos antes señalados, observamos la importancia del mercado de la carne porcina en Japón, según estadísticas de la FAO, la carne de cerdo es, después del maíz, el producto agrícola y ganadero más importado en ese país. De hecho, Japón es el mayor importador del mundo de carne de cerdo. Además, es el quinto importador mundial en valor de salchichas de cerdo.
Japón ocupa el décimo quinto lugar en el ranking mundial de productores de porcino, sin embargo la producción nacional no es suficiente para cubrir la demanda nacional. El déficit se profundiza dado el crecimiento del consumo local de carne de cerdo entre los japoneses, los datos muestran que la carne de cerdo representa la segunda más consumida en el país. Las estadísticas muestran que desde el año 2000 se detecta una disminución en el consumo de carnes y pescado, en contraste, el consumo de carne de cerdo aumentó en 0.6 kilos por persona y año.
Por otra parte, la producción de la carne de cerdo en México creció a una tasa anual de 1.1 por ciento durante el periodo 2001-2011, por lo que en este último año la producción se ubicó en 1.18 millones de toneladas, comparado con el año 2010, refleja un crecimiento de 0.7 por ciento. Para el año 2012 SIAP-SAGARPA estimó un incremento de 0.9 por ciento, luego entonces se detecta un crecimiento en la producción de carne de cerdo en México y por su parte un incremento en el consumo de la misma dentro del mercado japonés.
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