Siendo el único país libre de aftosa con vacunación que exporta carne a Corea del Sur y cuando avanzan las negociaciones con Japón, Uruguay se juega todo en esta nueva inoculación de su rodeo bovino que comienza el sábado.
La Dirección General de Servicios Ganaderos (MGAP) distribuyó 14 millones de vacunas contra la fiebre aftosa que serán utilizadas a partir del sábado, para inmunizar a todo el rodeo bovino, compuesto por alrededor de 12 millones de cabezas.
Los productores deberán levantar las dosis en las oficinas departamentales llevando la documentación -Declaración Jurada de Dicose y Planilla de Contralor Interno-, además de portar una conservadora para garantizar la cadena de frío y evitar alteraciones de las vacunas. Durante los primeros 15 días, como ya es tradicional, no se puede mover ganado -excepto los que van a faena- y recién a partir del 16 de febrero, los que se muevan, deberán tener 15 días de vacunados.
El director de la División Sanidad Animal del MGAP, Federico Fernández, explicó que en el marco de la vacunación “se tomarán muestras de sangre en 300 establecimientos para evaluar la inmunidad del rodeo. Son 10 muestras por predio, abarcando todas las categorías, desde terneros, pasando por animales de dos años, hasta llegar a los bovinos adultos”.
“Hasta ahora, los indicadores son más que satisfactorios. La inmunidad del rodeo es excelente”, aseguró.
El MGAP incrementará los controles -a cualquier productor le puede tocar- reforzó su personal e incrementó la flota de vehículos (32 más que en 2013) para seguir las rutas de vacunación.
Conciencia.
En tanto, el ministro de Ganadería, Agricultura y Pesca, Tabaré Aguerre, agradeció en rueda de prensa a los ganaderos “el compromiso de mantener el status sanitario en estos 10 años sin focos de aftosa”.
Sin embargo, más allá de los avances en la región y en la inmunidad del rodeo uruguayo, dijo que “eso no es razón para reducir el esfuerzo y el compromiso. Este país conoció etapas donde pareció eliminado el riesgo de fiebre aftosa, dejamos de vacunar y así nos fue. Mucho desarrollo quedó postergado por la aftosa”.
Por eso, el secretario de Estado aseguró que “ahora, menos que nunca dejaremos de vacunar, siendo la cadena cárnica una de las principales fuentes de trabajo, de producción y desarrollo en Uruguay”.
“Uruguay no puede darse el lujo de correr el mínimo riesgo. La importancia económica de la aftosa está en acceder o no a determinados mercados. El problema no es el impacto productivo, es acceder o no a los mercados y si algo demostró Uruguay en los últimos años, es mejorar su inserción internacional”, dijo tajante el ministro.
Región.
En tanto, el director general de los Servicios Ganaderos, Francisco Muzio, reconoció que “hubo avances sustantivos en la región y se sigue trabajando”.
“Cada vez se amplían más las zonas sin vacunación, pero lo que sí es muy claro es que mientras se esté vacunando en un país o en una región, hay que tener la mayor cobertura posible. Ese es el mensaje para los productores del Uruguay”, agregó.
La vacuna la compra el Estado, cuesta US$ 0,70 por dosis y se la entrega a los ganaderos que aportan a través del ganado faenado y la exportado en pie
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