Y un día el dique se rompió y los productores reaccionaron contra el hostigamiento creciente de los ambientalistas para con la actividad agrícola y, sobre todo, contra la falta de reglas claras de juego, pues hay intendentes y concejales que definen zonas prohibidas para el uso de agroquímicos alrededor de los éjidos urbanos, sin ningún criterio técnico y solamente para quedar bien con sus votantes. Porque está más que claro: ser ambientalista es políticamente correcto, pero hacer leyes que aseguren el bienestar de todos no lo es tanto.
El dique de la paciencia se rompió en Dique Chico, una apacible localidad cercana a Alta Gracia, Córdoba, donde un grupo de chacareros -que ya había protagonizado un tractorazo la semana pasada- ahora decidió encadenarse a la espera de que el intendente local revierte la prohibición para aplicar fitosanitarios en un radio de 2.000 metros alrededor del pueblo. Lo cuenta bien uno de los cuatro hermanos Galmasso, pequeños productores periurbanos que se pusieron al frente de esta reacción productiva.
“Estamos cansado de que sea arbitraria la toma de medidas para producir. El gobierno provincial no asume el 100% de las responsabilidades y le deja la libertad a los jefes comunales de legislar para unos pocos y perjudira a unos varios”, dice Galmasso.
![](https://i0.wp.com/bichosdecampo.com/wp-content/uploads/2017/10/productroes-encadenados-3.jpg?resize=305%2C229)
De todos modos la presión ambientalista en esa zona de Córdoba es muy grande. Una prueba de esto es esta nota, donde la vecina Lucrecia Boglietti señalaba días atrás: “En octubre siempre es lo mismo, amanecemos un día con olor a veneno en nuestras casas, nos asomamos y vemos al mosquito fumigando. Este año vimos la maquinas trabajando por lo tanto sospechamos que próximamente nos van a fumigar y preguntamos en la Comuna si se habían presentado recetas fitosanitarias, a lo cual nos respondieron que si, o sea que nos van a volver a fumigar más allá de todo lo que se hizo el año pasado, cuando se hicieron un montón de reuniones y se juntaron más de 100 firmas de vecinos”, enfatizó.
Los productores, como se ve, presentaron sus pedidos al municipio, pero ni siquiera así las pulverizaciones son aceptadas por los vecinos.
“Nos estan viendo como asesinos, nos dicen envenenadores, nos están tocando la dignidad”, se queja uno de los hermanos que ahora va a esperar encadenado una resolución al conflicto. El periodista de Radio Mitre Córdoba, Gustavo Mathieu, visitó ese lugar y habló largo y tendido con los productores. A ese colega le robamos las imágenes que siguen:
Córdoba es uno de los terrenos más propicios para que se vean estas reacciones por parte de la comunidad agropecuaria. Allí se frustró la instalación de una planta de semillas de maíz de Monsanto por el “acampe” de activistas ambientalistas en el lugar. Allí también se conoció la primera condena contra un grupo de productores de Ituizangó que fueron condenados por utilizar agroquímicos en cercanías a una zona habitada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.