Durante el año 2017 a la fecha, el registro medio en la ciudad cabecera es 758 mm, superando en 36 mm al promedio histórico en igual período (Tabla 1). Sin embargo la distribución de las lluvias fue atípica, dado que en abril, mayo y agosto llovió aproximadamente el doble con respecto a la media histórica de esos meses. La concentración de las precipitaciones en otoño-invierno junto a las bajas temperaturas, permitieron anegamientos de sectores bajos del relieve y una recarga significativa de la napa freática.
Tabla 1: Precipitación (mm) mensual e histórica durante el año 2017.
Ene
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Feb
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Mar
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Abr
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May
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Jun
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Jul
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Ago
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Sep
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Total
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Histórica
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115
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113
|
122
|
98
|
66
|
50
|
45
|
48
|
65
|
722
|
2017
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37
|
77
|
83
|
218
|
109
|
28
|
46
|
96
|
64
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758
|
Fuente: INTA 25 de Mayo, registro promedio en la ciudad cabecera.
Esta situación se agrava con el escurrimiento aguas arriba provenientes desde el suroeste y noroeste a través del Arroyo Vallimanca y Río Salado, respectivamente.
Por disponibilidad de imagen se analizó el 92 % de la superficie total del partido, con lo cual se estimó que el área con agua en superficie es de 11,8 %, lo que correspondería a 52.345 ha y el área con saturación de humedad, falta de piso y barro es de un 14,2 % correspondiente a 63.130 ha.
Las sucesivas crecidas del Arroyo Vallimanca y Saladillo han complicado la situación anegando los campos y caminos linderos. Los desbordes del Rio Salado complican las zonas aledañas al mismo, el cual mantiene los campos inundados desde el mes de marzo. También el Arroyo El Gato está recibiendo agua, principalmente de las últimas lluvias, provocando afectación en campos con los que limita. Hay zonas que si bien no se ubican al margen de los cauces anteriormente mencionados, igualmente evidencian problemas por los excesos de agua, escasa infiltración y recarga de la napa freática.
En cuanto a los cultivos de verano, a la fecha no se han completado los barbechos químicos y en general los excesos de agua dificultan la siembra temprana del maíz. Con respecto a los cultivos de invierno, no hubo reducción de la superficie de siembra pero se observan pérdidas por anegamiento. El trigo se encuentra en estado de macollaje o encañazon, con presencia en algunos casos de mancha amarilla.
En cuanto a la ganadería la superficie se ha visto muy reducida, obligando en muchos casos al confinamiento de los animales y a la suplementación, elevando considerablemente los costos productivos. Se atrasó la siembra de pasturas por exceso de humedad y hubo pérdidas importantes de algunas ya implantadas. Hay campos chicos con pérdidas de hasta el 100 % de las mismas. Existe en la actualidad un déficit de forraje, que se está cubriendo a costa de reservas. Hay productores que no contaban con estas reservas y/o que se les imposibilita salir a comprar ya que las mismas tienen un costo alto, y tuvieron que vender los terneros que pensaban engordar. Para el próximo año se estima una merma del 12 % de terneros, debido a una disminución en la condición corporal de las vacas que traerá como consecuencia una menor preñez.
En cuanto a los caminos, en algunos sectores se encuentran muy afectados, con cortes en diversas zonas por presencia de agua.

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