La apuesta del gobierno de bajar el precio de la carne con faena local a partir de la apertura de dos mataderos, no genera expectativas entre los intermediarios de la industria y los clientes. “Río Negro” recorrió carnicerías y frigoríficos de la ciudad y la respuesta común fue “el precio de la carne no va a bajar”.
En los próximos tres meses, los mataderos de Senillosa y Centenario estarán en condiciones de faenar 5.000 cabezas de ganado por mes. El ministro de Producción, José Brillo, alentó expectativas de que esta inyección de carne provoque una disminución en los valores de los cortes.
En las carnicerías aseguran que es imposible competir con los precios de los grandes hipermercados que tienen atada toda la cadena de producción.
Todos destacan la caída en el consumo y aportan lecturas sobre los motivos por los cuales el mercado está deprimido.
“Los frigoríficos sabemos que va a haber una apertura de los mataderos y va a haber más fuente laboral en la zona, pero no podemos decir que eso va a tener un impacto en el precio de la carne. A veces no tiene mucho que ver que el establecimiento esté acá en Neuquén, sino donde se compre la hacienda”, dijo la encargada de ventas de “SR Frigorífico SRL”, Verónica Rivas.
“La verdad que nosotros no ponemos el precio, el precio lo pone el campo. Nosotros tenemos diferentes gastos desde fletes, producción el trabajo que se hace acá en la planta, para que la carne salga envasada al vacío y en una caja”, agregó Rivas.
El dueño de una carnicería ubicada a 20 cuadras del centro de Neuquén, Fito Beroiza, sostuvo que “con esta propuesta del gobierno, dentro de la teoría, debería bajar la carne, porque se bajaría el costo del transporte. Pero esa es la teoría; vamos a ver si todo lo que se dice, sucede”.
El encargado de una carnicería del oeste neuquino, René Painaman, dijo que allí se vende carne de un frigorífico de La Pampa. “Por ahí se genera una competencia; si abren más mataderos acá, quizás tenga que pelear el mercado”. Painaman habló también de la reducción en el consumo y dijo que “la gente no compra tanto como lo hacía en el 2014”.
El encargado de una carnicería del centro neuquino, Héctor Villiena, dijo que el precio de la carne “no bajó nunca en la historia y menos va a bajar ahora”. Apuntó contra los frigoríficos y en ese sentido reveló que en 10 días “nos aumentaron el precio de la media res; antes estaba a $84 y ahora a $95”.
Se quejó porque, además, los frigorífico “aumentan los precios y no te avisan” .
Un corte real y otro inventado
El precio del asado con hueso oscila entre los 170 y los 230 pesos. La diferencia entre ambas puntas tiene que ver con la calidad de la carne, aunque no siempre.
El asado sin hueso es un invento para ingresar con carne parecida al corte anterior en zonas con barrera sanitaria.
Consumidores e intermediarios
“No creo que baje. La carne pasa a ser un objeto de lujo. Todo lo que traen de afuera tiene costo de transporte y eso lo pagamos”.
Sergio Morales, consumidor
“Del mes pasado hasta ahora, los frigoríficos aumentaron el precio cuatro veces: primero 2 pesos y después 4”.
Fito Beroiza, carnicero
“Aumentó muchísimo en poco tiempo y se repite todos los meses. Comprás las ofertas”.
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