URUGUAY : la agricultura es hoy el principal sector exportador del Uruguay y su crecimiento tuvo en los fitosanitarios un componente clave, porque la posibilidad de proteger los cultivos valorizados, es fundamental para sostener las cosechas.
El correcto uso de estos insumos, en el marco de una agricultura creciente, así como una permanente evaluación de su impacto es clave para mantenerlos como una herramienta para aumentar la producción de granos.
Por eso, la Consultora Agropecuaria Seragro y la Cámara de Comercio de Productos Agroquímicos, presentaron el informe: Impacto de los fitosanitarios en la Producción Agropecuaria del Uruguay.
El cometido del estudio fue evaluar en profundidad el impacto económico de los agroquímicos en el desarrollo reciente de la agricultura uruguaya y plantear elementos relevantes para evaluar su impacto ambiental.
Según demostró el trabajo, la producción agrícola, medida en volumen, se multiplicó por seis y en valor por 13 en los últimos 20 años. Los fitosanitarios viabilizaron el aumento de rendimiento junto a una mejor genética a nivel de cultivos y un manejo más profesionalizado de las chacras.
En Uruguay el uso de fitosanitarios se multiplicó por seis —medido en kilos de principio activo— entre el escenario anterior y el actual. Entre 1985 y 1995, en trigo se usaban 133.000 kilos por hectárea y hoy se aplican 517.000 kilos por hectárea; en arroz: 173.000 y 321.000; en maíz: 178.000 y 580.000; soja: 79.000 y 3.252.000.
El informe que también es apoyado por Croplife, mostró que el impacto ambiental de la agricultura sobre los suelos —o sea la erosión— fue mitigada por la sustitución del laboreo mecánico convencional por el barbecho químico.
Además, se redujo el uso e importación de combustible, con una disminución —como mínimo— de 20% en la emisión de dióxido de carbono.
El documento dijo que “el Estado se mostró activo en restringir el uso de los fitosanitarios más cuestionados a nivel internacional, en línea con las tendencias globales, motivadas por las inquietudes sociales y con la capacidad innovadora de las empresas para responder; aún hay para avanzar en precisión y calidad de las aplicaciones”.
Entre las principales conclusiones, el informe señaló que el gran crecimiento agrícola fue posible por el cambio tecnológico, con rol clave de biotecnología y fitosanitarios.
En el caso de éstos últimos indicó que viabilizaron el aumento de rendimientos por mejor genética y manejo (cultivos de verano) y al sostener nuevas variedades de alto potencial susceptibles a enfermedades (cultivos de invierno).
Además, sostuvo que el crecimiento agrícola promovió el desarrollo de servicios para la agricultura, con nuevos equipos de fumigación, siembra y cosecha.
El documento sintetizó que la agricultura es el principal sector exportador del país y su crecimiento tuvo en los fitosanitarios un componente clave.
“La posibilidad de proteger cultivos valorizados con fitosanitarios es hoy fundamental para sostener las cosechas”, finalizó el estudio.
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