El Gobierno Nacional, junto a cámaras empresarias del sector lácteo (CIL y APYMEL) y la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera (ATILRA), suscribieron ayer un acuerdo que introduce incentivos a la productividad y competitividad sin afectar los puestos de trabajo.
Del acto de firma del acuerdo, participaron: los ministros de Agroindustria, Ricardo Buryaile; de Producción, Francisco Cabrera; y de Trabajo, Jorge Triaca; el secretario general de ATILRA (Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina), Héctor Ponce; el presidente de la Cámara de la Industria Láctea, Miguel Paulón; y el presidente de la Asociación de Pequeñas y Medianas Empresas Lácteas, Pablo Villano.
Entre los aspectos de mayor relevancia de la modificación del convenio colectivo, se destaca que las cámaras empresarias y la asociación sindical se comprometen a trabajar en la capacitación de los trabajadores. Se define un programa de capacitación para mejorar las habilidades de los trabajadores y la modernización de las tareas, acorde a la incorporación de nueva tecnología.
Se establece además un nuevo esquema de premios por presentismo y puntualidad. Para lograr mayor competitividad y posibilitar el desarrollo de los trabajadores. Se introduce el principio de multifuncionalidad y se permite incorporar empleados por plazo fijo, es decir aquellos para necesidades productivas acotadas en el tiempo, y se crea la figura de trabajadores a tiempo parcial (sábado, domingos y feriados).
Adicionalmente se excluyen del convenio las actividades que no se corresponden con las normales, específicas y propias de la actividad. Y se asume el compromiso de modernizar las categorías y el escalafón, abriendo una instancia de negociación para adecuar las categorías, acorde a la nueva tecnología y nuevos procesos industriales.
El 5 de mayo ya se había firmado un acuerdo para reducir sustancialmente los montos del aporte extraordinario que realizan las empresas al sindicato por trabajador por mes: para empresas Pymes (de hasta 70 trabajadores) la suma quedó en $750 y para las grandes se fijó en $1500. Originalmente los aportes eran de $3700 para todas las empresas, sin distinción entre grandes y pymes.
El ministro Buryaile destacó: “debemos celebrar la firma de este convenio ya que significa un verdadero logro luego de casi 30 años que no se abre la discusión de un convenio colectivo. Esto significa mayor previsibilidad y reglas claras que permitan aprovechar las oportunidades que da el mercado y proyectar a largo plazo para en todos los eslabones de la cadena”.
Y en esa linea, el ministro Cabrera agregó que “este acuerdo se logró con el trabajo coordinado con la industria, tanto con las empresas PyMEs como con las grandes, y el sindicato. Es muy importante haber logrado avanzar en un sector que estuvo paralizado y que hoy empieza a dar pasos para avanzar en conservar el empleo y multiplicar sus posibilidades de crecer. Es un paso más dentro de muchos que se están dando para que la industria argentina sea más competitiva. Creemos que en el mediano plazo será un factor de mejora en la competencia del sector”.
Triaca dijo que “es un paso importante para impulsar toda la potencialidad que tiene el sector, trabajando en conjunto con el foco puesto en producir más y mejor. Se llegó al consenso para establecer los cambios necesarios para generar más posibilidades para el sector y crear nuevos puestos de trabajo.
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