La empresa Icas-Hite Argentina inició la producción de bozales para espumantes en una planta de Luján de Cuyo, con una inversión primaria de 3 millones de euros, para abastecer la industria champañera nacional de 55 M de botellas anuales y expanderse por Sudamérica
La producción nacional de la industria champañera tiene una capacidad actual de unas 55 millones de botellas al año y para proveer a la misma, uno de los insumos necesarios, denominados bozales, que eran importados, se empezaron a producir en el país.
En ese sentido, la empresa Icas-Hite Argentina, fruto de una asociación (joint venture) entre el Grupo Icas–Hite de Italia y Arpex Argentina, inició la fabricación de bozales para espumantes en Mendoza con una inversión inicial de 3 millones de euros. Se creó esta nueva compañía radicada en el Acceso Sur, en Lujan de Cuyo, que comenzó a producir este insumo seco en diciembre de 2015. Para poder abastecer a toda la demanda de bozales premium se trajeron dos máquinas de Italia de última generación.
El director de la empresa en Argentina, Pedro Bugatti, le dijo a la agencia Télam que “esta planta tiene inicialmente una capacidad para producir 70 millones de bozales al año, y si bien ya abastecíamos a los principales clientes de Argentina, quisimos dar un paso más para mejorar el servicio y abastecimiento, y sobre todo apostar a un mercado que vemos con muchas posibilidades de desarrollo en Argentina y Sudamérica“.
“Las grandes bodegas de champagne siempre nos animaron a que diéramos este paso y nos pareció oportuno hacerlo en este momento, con un país en el que de nuevo se empieza a notar un clima de negocios, y que le da confianza a nuestros socios italianos porque empiezan a percibir reglas claras”, sostuvo.
El grupo Icas-Hite es el mayor fabricante de bozales del mundo y tiene una larga historia en la fabricación de este insumo para el segmento premium. Los técnicos que operan las maquinas fueron capacitados en Ivrea, Italia, donde Icas tiene su casa matriz y la calidad del producto fabricado en Argentina es una replica del que se realizó en dicho país europeo (y comercializaba Arpex) hasta el inicio de esta producción, por lo que los controle de calidad son exhaustivos.
Por otra parte, Arpex Argentina desde hace mas de 25 proveé de una completa línea de productos para crianza, elaboración y cierre de vinos y champagne a las principales bodegas de Argentina.
“Esta tecnología procedente de Ivrea, Turín, es un apoyo de confianza a la industria vitivinícola argentina. El mercado actualmente utiliza en la Argentina unos 55 millones de bozales al año, y nosotros tenemos la capacidad para abastecer el 100%, y luego apuntamos a exportar al resto de la región”, sostuvo Bugatti.
“Este es el primer bozal denominado de cintura libre, especial para la industria champañera que se produce en la Argentina”, sostuvo el empresario quien aclaró que lo que hasta ahora se producía en nuestro país son bozales, pero los denominados de “pata fija”, que utiliza la industria sidrera.
“Esto es proyecto de sustitución de importaciones por un producto nacional, aplicando tecnología de punta italiana, y lo que significa es trabajo argentino”, finalizó Bugatti.
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