El consultor pronosticó además que para la ganadería será mejor la cría que la invernada y asegura que “el 10 de diciembre se acabaron las coartadas para el productor”.
Teo Zorraquín, socio de la Consultora Zorraquín+Meneses, pronosticó un escenario con “márgenes ajustados para la agricultura, márgenes ajustados con mejora relativa en ganadería y un maíz que va a ser la estrella, papel que ya no va a tener la soja”.
El consultor participó del Outlook Agropecuario de Eseade, oportunidad en la que graficó cuáles son los escenarios posibles de la campaña 2016-2017 en la zona núcleo.
Puntualmente, Zorraquin hizo cálculos de renta en base al siguiente escenario: arrendamiento de 14 quintales por hectárea con un costo de implantación (sin cosecha ni arrendamiento) de 351 dólares por hectárea para maíz, 228 para soja de primera, 290 para trigo y 175 para soja de segunda; con un costo gerenciamiento de 70 dólares por hectárea y seguro climático de 15.
Márgenes ajustados
Bajo este modelo, la rentabilidad media se ubicaría en un cinco por ciento; es decir, 36 dólares por hectárea, siempre que el esquema de rotación sea 45 por ciento maíz, 25 por ciento soja y 30 por ciento trigo/soja, con precios medios de 150, 230 y 150 dólares por tonelada, respectivamente.
Si el campo fuera propio, según Zorraquín, la renta ascendería a 39 por ciento (238 dólares por hectárea) y si el costo de arrendamiento bajase a 12 quintales, la renta media en campo alquilado pasaría a 11 por ciento (82 dólares por hectárea).
“Son números tentativos pero muestran un panorama de márgenes ajustados; un maíz en papel de estrella; menos soja; girasol todavía en duda; trigo volviendo con cultivos de segunda; fertilizantes más baratos y una estrategia de cobertura de precios con más alternativas, porque vuelve liquidez al MAT. La clave va a ser la agronomía, es decir, buscar el rinde”, explicó Zorraquín.
Ganadería
En cuanto a la ganadería, para Zorraquín la actividad que pasa al frente es la cría, mientras que la invernada tendrá peor panorama y los feedlot estarán más complicados.
Según el analista, en modelos de cría en Sudeste de Buenos Aires y Corrientes se obtiene un resultado en dólares por hectárea por año de 67 y 23 dólares, respectivamente. En tanto, en dos modelos de distinta intensidad, baja y alta suplementación, en invernada, obtenemos resultados negativos, de -13,5 dólares por hectárea por año (menor carga y suplementación) y -4,5 dólares por hectárea por año (mayor carga).
“En este contexto podemos señalar que la ganadería viene con márgenes ajustados aunque mejora relativa; hay una cría mejor posicionada que la invernada; los feed lots vienen complicados; hay retención de vientres; hay suplementación ‘cara’; hay precios sostenidos; se viene una posible recuperación de mercados internacionales; hay más exportaciones en forma paulatina y hay posibles nuevas inversiones en industria frigorífica”, explicó Zorraquín.
Para la lechería, en tanto, graficó un escenario con precios internacionales sin mucha expectativa de aumento; continuidad de subsidios como “parche” virtuoso para los más chicos; modelos productivos en revisión, más pastoriles, menor carga y continuidad de las disputas con supermercados y con fábricas.
Sin coartadas
Un párrafo especial de su exposición fue cuando habló sobre el contexto político que ahora domina el país.
“El 10 de diciembre perdimos la coartada ¿Ahora quién va a tener la culpa de lo que nos pasa en la empresa? El kirchnerismo se fue, se tomaron muchas medidas que se reclamaban, pero eso no corrige las fallas de competitividad”, explicó.
“Al Gobierno K le podíamos echar la culpa de todo, tercerizábamos la responsabilidad de los problemas. Ahora se acabó. Hay que acostumbrarse. Miren si pasa que no tenemos a quien echarle la culpa. Hay que mirar bien la competitividad interna; esto es tener objetivos claros y compartidos, ver si hay roles y niveles definidos en la empresa, si nuestra gente trabaja a gusto, si tenemos escala suficiente, si hay buena generación de info, si somos ágiles en la toma de decisiones, si tenemos alta eficiencia operativa”, añadió.
Para Zorraquin, “hoy tenemos una situación de Shock y Riesgo en el corto plazo. Shock de liquidez, de renta, de expectativas y de fin de cepos. Por ahí este año ganamos plata, eso nos sorprende. Pero el riesgo viene por confundir shock con permanente y pensar que lo externo corrige las fallas de competitividad internas. Hay mucha espuma que no se va a repetir”.
Un ejemplo concreto son los márgenes netos de la campaña 2015/16 antes y ahora, en zona núcleo. La soja tenía un margen de -43 dólares por hectárea y ahora es +45. En maíz pasamos de -144 a +239 dólares por hectárea, en trigo -258 y ahora +42 dólares.
“¿Y qué hago ante el shock? Primero saber que es un shock, que no es para siempre. Puedo aprovechar para recomponer capital de trabajo, cancelar pasivos pesados, actualizar salarios y dividendos y reformular la empresa o los negocios. Lo que pase de ahora en más dependerá de nosotros”, finalizó Zorraquín.
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