Se consolidó como el principal destino para cortes congelados y frescos, con 41.661 toneladas.
Ya no es solo soja. En 2015, las exportaciones argentinas de carne vacuna a China crecieron un 111%, consolidándose como el principal destino para este producto.
Así surge del informe anual de exportaciones del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa). De acuerdo al organismo, el año pasado China le compró al país 41.661 toneladas de carnes congeladas y frescas. En 2014, el gigante asiático había adquirido 19.706 toneladas.
Por su parte, si bien hubo una baja del 25% en los envíos, Chile fue el segundo destino, con 21.432 toneladas, e Israel el tercero con 17.119 toneladas. A este mercado los embarques crecieron 17 por ciento. En tanto, se registró una fuerte caída a Rusia. De ser el segundo destino en 2014, el año pasado quedó en el cuarto lugar, con 13.650 toneladas, una merma del 51 por ciento. La retracción obedece en gran parte al impacto de la devaluación en ese país y al retraso cambiario que tenía la Argentina.
En total, sin contar menudencias ni los cortes Hilton (de alto valor comercial a Europa), en 2015 solo de carnes frescas el país exportó 114.448 toneladas, 1% más que en 2014. China representó el 36 por ciento de las compras. Vale recordar que en los últimos años el kirchnerismo cuotificó las exportaciones totales de carne vacuna en 200.000 toneladas, un 75% menos de lo que se vendía en 2005.
La Argentina accedió al mercado chino luego de la firma de un protocolo, en julio de 2012. O sea que en tres años China se convirtió en un mercado clave. Entre otros productos, ese mercado compra brazuelo, bola de lomo, bife angosto, paleta, cuadril, bife ancho y aguja. Los cortes van congelados y se envasan en films de polietileno. Se está negociando que el país pueda venderle también carne con hueso.
Con unas 20 millones de personas trasladándose todos los años de las áreas rurales a las ciudades y una creciente clase media con mayor poder adquisitivo, China viene aumentando sus importaciones de agroalimentos y productos agroindustriales que ya rondan los 135.000 millones de dólares por año.
En el gigante asiático, el aumento en el consumo de carnes (porcina, aviar y vacuna) pasó de ocho millones de toneladas en 1978 a 77 millones en 2014. Hoy el consumo por habitante entre todas las carnes es de 56 kilos. De esa cifra, 40,5 kilos son de carne de cerdo, 10 de pollo y solo casi 5,5 kilos de carne vacuna. No obstante, este producto creció un 60 por ciento desde 2000. Además, viene creciendo en producción propia de carne vacuna, pero necesita más. “En los últimos 10 años son los que más crecieron en producción, con un 132% (hoy están en 5,9 millones de toneladas, casi el doble que la Argentina), pero son muchos habitantes; son los mayores importadores globales”, señaló Fernando Vilella, director del Departamento Bioeconomía, Políticas Públicas y Prospectiva del Programa de Agronegocios y Alimentos de la Fauba.
A todo esto, en 2015 China importó de la Argentina, con 11,1 millones de toneladas, un 78% más de grano de soja. También se llevó, con 523.418 toneladas, un 39% más de aceite de esta oleaginosa.
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