viernes, 5 de septiembre de 2014

Conocer para cambiar

Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria 
Estación Experimental Agropecuaria Rafaela
cid:image001.gif@01CC7870.759BB230
Conocer para cambiar

Después de 10 años, el INTA volvió con el curso de suelos. Es el 6º, para docentes de escuelas primarias con enfoque ambiental regional: Aportes al conocimiento del suelo en el ambiente.  Esta vez, con el acompañamiento de la Universidad Nacional del Litoral además del de la Municipalidad de Rafaela. 28 docentes de 16 escuelas de Rafaela, Suardi, Lehmann, Nueva Lehmann, Rafaela, Zenón Pereyra, Colonia Margarita, Pilar, Esperanza, Las Petacas y Santa Fe participan de un espacio que se desarrolla durante dos sábados y combina disertaciones técnicas, momentos de reflexión, presentación de experiencias y propuestas de acción en el aula.


Arrancó el sábado 31 de agosto en el salón verde la Municipalidad y Guillermo Sáenz, como Secretario de Educación de Rafaela, Hugo Erbetta, delegado de la UNL en la ciudad y Carlos Callaci, Director del INTA Rafaela se encargaron de su apertura. Saénz explicitó el lugar desde el que el municipio se suma a esta propuesta: “Es el de la complementariedad. Las escuelas son de ámbito provincial y nosotros no otorgamos títulos, pero los chicos que se forman son rafaelinos, nos preocupa el ambiente, el mundo en el que vamos a vivir” dijo. Compartió los saludos del Intendente de la ciudad, Luis Castellano, y agradeció a las otras dos instituciones por esta concreción conjunta. Erbetta quiso inscribir la propuesta en la noción de “refugiados ambientales”. “Los recursos naturales no sólo no son inagotables sino que son destrozables – enfatizó- Se trata de temas estratégicos para la sociedad y celebro las coincidencias institucionales para abordarlos. Tenemos el desafío de acompañar una educación crecientemente crítica”. Seleccionó algunos párrafos de un libro del educador brasileño Paulo Freire para argumentar a favor de esta urgencia: la de dejar de obedecer para aportar a la relación diálogica como lugar de creatividad y verdadero aprendizaje. Callaci apoyó las palabras de sus antecesores, incorporando la responsabilidad de alertar y sumar al desarrollo que tienen los institutos como el INTA y la Universidad, y las oportunidades que se abren en este sentido cuando las organizaciones logran trabajar juntas y traducir en propuestas de acción los objetivos.

El primer sábado

Rubén Elz, de la UNL, fue el primer docente del curso. Su conferencia apuntó a una reflexión sobre el lugar de la ciencia, el aprendizaje, el de nosotros mismos en una educación ambiental.
Luego, Verónica Sapino, del INTA, abordó los contenidos técnicos vinculados con el suelo, sus propiedades y consecuencias de manejo. Hubo tiempo para compartir experiencias sencillas y posibles de llevarse al aula en vivo, con Ricardo Ledesma, Cecilia Nava y Fabiana Beccaria, también del INTA, complementada con una conversación sobre los alcances de una palabra hoy bastante utilizada y en la que profundizamos poco: la agroecología, como un modo diferente de producción y convivencia. Una vuelta a la disertación de la mano de una docente con larga trayectoria, que interpeló a los participantes desde el mejor lugar posible, el del par: Mara Marazzini. Y un cierre a pura actuación, ya pasadas las tres de la tarde, coronó el primer día. De la mano de Laura Medero y Brenda Riera, del INTA Castelar, se siguió problematizando y construyendo la idea de educación ambiental y se compartieron algunas experiencias desarrolladas desde la institución en diversos lugares del país con este sentido a cuestas.


Lo que se viene.

El próximo y último encuentro será el 13 de setiembre, y en el INTA. Los docentes llegarán con propuestas para ser usadas en sus diferentes ámbitos de trabajo, y las expondrán en posters que serán analizados colectivamente, a manera de evaluación al final del curso. Antes, se desarrollarán los espacios pendientes: los factores ambientales que determinan los rendimientos de los cultivos y  una aproximación a la problemática de los bordes urbano rurales, de la mano de dos profesionales del INTA, Jorge Villar y Jorge Frana. Gisela Daniele se ocupará de compartir el tratamiento de los residuos en la ciudad y su vínculo con el cuidado del suelo y el ambiente.

Articulaciones.

Además de estar organizado y gestionado desde las tres instituciones,  el curso complementa la propuesta de las tradicionales Jornadas Escolares que realiza anualmente el INTA junto a la Municipalidad de Rafaela. En la semana que media entre los dos sábados del curso, el 4 y 5 de setiembre, se desarrollaron en la Experimental estas jornadas, con una participación de 2500 chicos con sus docentes, algunos de los cuales son participantes del curso. Se trata de actividades convergentes y pensadas para potenciarse mutuamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.