SALINA CRUZ, OAX.- Decenas de pescadores asentados en al menos 13 playas en la ribera del pacifico oaxaqueño siguen esperando los apoyos prometidos por la empresa Petróleos Mexicanos luego del accidente que generó la fuga de combustible en la mono boya numero 3 perteneciente a la paraestatal.
Se recordará que el 11 de agosto del año 2012, el hundimiento y la ruptura de la mono boya número 3 de Pemex provocó el derrame de crudo y con ello la contaminación del mar, así como la afectación de playas y lagunas ribereñas, trayendo consigo la mortandad de cientos de miles de peces, flora y fauna de la región.
Para Margarito Fuentes, representante de la cooperativa pesquera de la Agencia Municipal de Guelaguichi, el derrame de hidrocarburos en las costas oaxaqueñas ha propiciado que la actividad pesquera se venga para abajo, asegura que la producción de peces se ha reducido a tal grado que muchos pescadores han buscado otro tipo de alternativas de trabajo para poder subsistir.
Y es que el derrame que también alertó a todos los ambientalistas de México y Norteamérica, afectó desde Bahía La Ventosa, hasta el lugar conocido como la Colorada, pasando por playas importantes como Playa Brasil, Chipehua y Playa Cangrejo.
El pescador veterano recalcó que a más de un año de este accidente ni Petróleos Mexicanos ni mucho menos las instancias federales y estatales del cuidado del medio ambiente han regresado a la zona para efectuar supervisión alguna, “nos tienen olvidados y al margen de cualquier apoyo, nosotros mimos en varias ocasiones hemos limpiado nuestras playas, porque de ahí es donde obtenemos los recursos para poder vivir”, señaló.
Indicó que la producción de peces en la zona ha disminuido considerablemente, “la merma en la pesca es palpable, ahora nomas pescamos para medio comer, antes teníamos para vender nuestros productos al mercado local y regional hoy está más escasa la pesca, yo creo que es consecuencia de la contaminación que sufrimos”, se lamenta.
Aseguró que durante los primeros días después del derrame, la paraestatal ofreció apoyos mediante el programa de empleo temporal. “algunos compañeros lograron trabajar varios días, otros alcanzaron una pequeña gratificación, sin embargo los apoyos necesarios para rehabilitar a la pesca nunca llegaron, somos más de trescientos compañeros pescadores que continuamos esperando que Pemex nos cumpla lo que prometió, el saneamiento total de nuestro litoral”, abundó.
Por su parte la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales, meses después emitió un escueto comunicado en donde refería que efectivamente el mencionado derrame habría afectado las playas, así como manglares y algunas reservas naturales, recalcó además que la afectación tardaría varios años en regresar a su estado natural, sin embargo hasta la fecha no ha hecho nada para resarcir este grave daño ecológico.
Ese 11 de agosto del año 2012 quedó marcado en la vida de todos los humildes pescadores de la región: “nunca lo olvidaremos porque afecto directamente nuestra fuente de vida y lo que nos da de comer, la pesca ha sido por toda la vida nuestro trabajo y en ella moriremos, por eso nos lamentamos que la empresa Pemex se haya burlado de nosotros una vez más”, denunció.
Exigió a la Secretaría de Gobernación Federal, realice una investigación a fondo para aclarar lo sucedido, además solicito de Petróleos Mexicanos la limpieza total de las playas que se vieron afectadas, “no queremos migajas, queremos que limpien nuestro mar y nuestras playas, que las dejen limpias como las teníamos antes del derrame, tenemos más de un año en que la pesca y nuestro modo de vida se cayó, ya no queremos más engaños”, finalizó.
Mientras tanto, Petróleos Mexicanos anunció recientemente el inicio de los trabajos para la colocación de la nueva mono boya que entrará en operación en la terminal marítima, aunque en contraparte algunos trabajadores se inconformaron debido a que pretextaron la falta de garantías de seguridad para la ejecución de los trabajos, situación que según la paraestatal quedó debidamente superada.
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