jueves, 31 de octubre de 2013

Directivo considera que “no hay solución a la vista” sobre las sanciones europeas al biodiésel argentino


El director de la Asociación Argentina de Biocombustibles, Claudio Molina, consideró que “no hay solución a la vista” respecto a las sanciones de la Unión Europea a las exportaciones argentinas de biodiesel, derivado de aceites vegetales o de grasas animales que se utiliza como complemento o sustituto parcial del gasoil mineral.
“Estamos atravesando, desde hace más de un año, un momento difícil fundamentalmente del lado de la industria biodiésel que es la que se encuentra afectada por los problemas actuales”, explicó al programa “Siempre que llovió, paró “, que se emite por Radio Colonia.
Expresó que “la Unión Europea es el principal mercado, o bien lo era hasta ahora, el biodiesel representaba alrededor de las dos terceras partes de la producción total en destino, pero ahora se están aplicando severas medidas”.
“El inconveniente con la Unión Europea existe desde el momento en que nació la industria argentina de biodiesel, que tomó un posicionamiento muy importante en el mercado internacional”, dijo.
Antes del 2007 prácticamente la industria argentina de biodiesel no existía, pero impulsados por el Gobierno, se realizaron grandes inversiones que superan los 1.200 millones de dólares.
“Argentina construyó un complejo que hoy tiene una capacidad instalada del orden de 4,3 millones de toneladas. Para tener idea, sería posible transformar el 40% aproximadamente del total de aceites vegetales en Argentina en biodiesel, y Europa se empezó a preocupar por la competitividad que mostraba nuestra industria”, razonó.
Son dos grandes industrias que participan del comercio internacional de biodiesel: Una es la de Indonesia a partir del aceite de palma y otra es la Argentina desde el aceite de soja.
“Después es muy grande la industria de Brasil en Latinoamérica, pero para consumo local fundamentalmente, y en Europa, Alemania y Francia son dos grandes jugadores, igual que Estados Unidos en América del Norte. Ese es el club de los cinco grandes en materia de biodiesel”, aclaró.
Para Molina, “el problema es que Europa construyó una industria muy protegida. Básicamente para transformación de aceite de colza que es el insumo básico que ellos utilizan y presionó para lograr la imposición de estos aranceles antidumping sobre fundamentos que son de una debilidad absoluta”.
Manifestó que “la presión se incrementó a partir de la nacionalización del paquete mayoritario de YPF en Argentina y paralelamente Argentina incrementa constantemente su importación de gasoil, pero hay presiones del lado petrolero y de algunos sectores del Ministerio de Economía que no ven con buenos ojos a los biocombustibles”.

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