El costo del transporte es caro no sólo en Uruguay, también en Argentina. En el vecino país transportar una tonelada de arroz desde Corrientes hasta el puerto de Buenos Aires cuesta entre 40 y 45 dólares, mientras trasladar esa misma tonelada 8.000 kilómetros desde Buenos Aires hasta Venezuela cuesta 40 dólares. Los involucrados en el [...]
El costo del transporte es caro no sólo en Uruguay, también en Argentina. En el vecino país transportar una tonelada de arroz desde Corrientes hasta el puerto de Buenos Aires cuesta entre 40 y 45 dólares, mientras trasladar esa misma tonelada 8.000 kilómetros desde Buenos Aires hasta Venezuela cuesta 40 dólares. Los involucrados en el transporte, desde los productores, solicitan transporte fluvial para abaratar costos.
“El precio del transporte es un dato que sintetiza las trabas internas que tienen los productores de arroz de Corrientes”, afirmó Momarandú, diario digital de Corrientes.
El consultor de la Asociación Correntina de Plantadores de Arroz (ACPA), Daniel Filigoi, indicó que a pesar de la alta tecnología que se utiliza para la producción de arroz, se reduce “la competitividad proveniente de la infraestructura, porque no hay ferrocarriles, falta transporte pluvial, porque no hay puertos, y el trasporte automotor es muy caro y falta combustible”.
Entre las carencias que tienen los productores Filigoi destacó la “falta de energía eléctrica para hacer el bombeo”, a pesar de que hay abundante agua en la región.
“En Entre Ríos hay que hacer pozos muy profundos para encontrar agua y el costo del bombeo es imposible de pagar”, aclaró el productor arrocero. El costo por causas logísticas ha afectado al número de productores. En los últimos dos años desaparecieron la mitad de los productores de arroz en esa provincia, aseguró Filigoi.
“Muchos pequeños y medianos productores que dejan la actividad no pueden volver porque el costo para cultivar una hectárea es de 1.700 dólares, mientras que la tierra cuesta 2000 dólares la hectárea”, explicó el consultor de la ACPA.
Argentina produce 1.600.000 toneladas de arroz por año y de ese total se exporta el 66 % a Centroamérica, Sudamérica (principalmente Brasil), Europa, África y Medio Oriente, detalla el artículo de Momarandú.
Otros aspectos complicados que afectan negativamente la competitividad a los productores arroceros, son el tipo de cambio y la presión impositiva. “Tenemos retenciones del 10 % y una lenta devolución de todos los impuestos como el Iva de la exportación y de todos los impuestos pagados en la etapa de la producción”.
Filigoi resumió que a pesar de que hay “un sistema de producción de alta tecnología, que es de lo mejor a nivel mundial”, los factores internos negativos, como la falta de infraestructura interna, sobre todo en el transporte y la energía, un tipo de cambio no competitivo y presión impositiva fiscal, afectan la producción.
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