A diario la policía Rural recibe denuncias por animales sueltos en los caminos que implican un serio riesgo para los conductores, especialmente en las rutas principales en horarios en los que la iluminación no es la ideal para detectar la presencia del ganado a tiempo.
Muchos ganaderos prefieren dejar sus animales sueltos para que ´pasten libremente´, y entonces estos se alejan de las estancias y terminan en las rutas donde pueden ocasionar graves trastornos para los automovilistas.
La problemática continúa, porque aunque desde el Ministerio de Agroindustria y Tecnología detallan que en lo que va del año han secuestrado 1600 animales en las rutas, sus propietarios no son sancionados, entonces no intensifican el cuidado de su ganado ni los controles para que estos no anden sueltos y por lo tanto reinciden.
El director de Ganadería del Ministerio, Juan Tejada aseguró que este es un tema sobre el que el gobernador les ha encargado especialmente trabajar, y las acciones más importantes que deberán implementar tienen que ver con “normalizar los corrales del Estado”.
Estos corrales, son los lugares de paso en donde son llevados los animales secuestrados en las rutas.
“Esos corrales estan ubicados estratégicamente en los distintos departamentos, especialmente por los que pasan rutas internacionales importantes”, pero deben ser regularizados, indicó Tejada.
El funcionamiento de los corrales
“Un animal que es secuestrado en la ruta puede tener marca o no tenerla, cuando tiene se puede identificar al propietario y se le avisa para que lo recupere” explicó el director.
Sin embargo, cuando el propietario es puesto en conocimiento de que se ha secuestrado parte de su ganado, muchas veces opta por no recuperarlo, debido a que se deben pagara canones para cubrir la ´estadía´del animal.
Según Tejada, se deben pagar gastos de “hotelería y transporte”, esto es $30 por día más $9 pesos por km recorrido.
“Si se recorren 50 km de ida y vuelta para trasladar y reubicar al animal, son 100 km al día, es decir $900, eso sumado a los gastos de hotelería, hacen que los dueños de cabras, por ejemplo prefieran no retirarlas” explicó el funcionario.
En estos casos se procede de la misma manera que cuando el animal no tiene marca, es llevado a los corrales donde se lo cuida y se lo alimenta, y pasados los 10 días se procede a la publicación de un edicto para luego rematarlo.
El Director del organismo explicó que antes de su remate los animales sin registros son judicializados, para investigar su procedencia, y luego si no se encuentra a su dueño, son rematados, de lo contrario la justicia se los repone.
“En todos los casos, los honorarios obtenidos del remate sirven para absorver los gastos de transporte y hotelería” mencionó Tejada.
La normalización de los corrales
San Rafael, General Alvear, Maipú, Malargüe, San Carlos y Lavalle, son los departamentos más afectados por las problemáticas del ganado que no es controlado por sus dueños, y es ahí donde mayormente se está trabajando para “normalizar los corrales del Estado”, según apuntó Tejada.
La Dirección de ganadería está haciendo acuerdos con la Policía Rural para que en todos los corrales se cobren los mismos canones en concepto de estadía y cuidados del animal, pero también para tener una figura jurídica que ampare a los que están a cargo del cuidado de los animales.
“Cuando muere un animal ahí adentro es muy dificil determinar responsabilidades, entonces estamos haciendo un acuerdo con la policía Rural para regularizar todos” argumentó Tejada.
El accionar de la Policía Rural para prevenir accidentes
El accionar de la Policía Rural para prevenir accidentes
Sobre esta situación, también se refirió el Comisario inspector Rubén Coronel, segundo jefe de la policía Rural, quién explicó que, sólo en animales de ´ganadería mayor´- esto es entre vacas y caballos y excluyendo las cabras, por ejemplo- se han secestrado cerca de dos mil animales.
Coronel indicó que se trabaja dentro de los parámetros que dispone la Ley de Ganadería -6773- en su apartado para animales sueltos, junto a la norma Nº 3365, que es el Código de Faltas, es decir que la policía no solo controla los animales sueltos, sino que inspecciona el ganado en tránsito -el que es transportado- revisando que los camiones cumplan con todas las reglas para el traslado y que los animales estén debidamente marcados y señalados.
Según indicó el comisario en el caso de los campos grandes los propietarios reinciden en las faltas -es decir, dejan a sus animales sueltos, y estos obstruyen las rutas- porque tienen problemas en los alambrados.
“El espíritu de la ley es que los animales estén en condiciones, marcados en el caso de los caballos y señalados en el caso de las vacas y el ganado menor” indicó Coronel, al tiempo en que explicaba que es la única forma de detectar a quien esté en falta.
“La marca es a fuego y la señal es con cortes en las orejas” aclaró y dijo que esto es “fundamental porque si tenemos un accidente en la vía pública la marca permite individualizar al propietario, que en ese caso se tendrá que hacer responsable de los daños que pueda haber causado”.
Sin embargo el policía señaló otro de los aspectos de esta situación que permiten que los animales sigan sueltos, y sus dueños no se hagan cargo, “el problema lo tenemos cuando los animales están orejanos -no tienen ni marca ni señal-, entonces no podemos identificar al propietario, porque ningún propietario va a ir a reclamar un animal sabiendo que le va a salir muy costoso el problema que ha causado”.
De todas maneras, según declaraciones del comisario, afortunadamente, en los últimos dos años no han tenido que lamentar víctimas fatales a raíz de accidentes con animales, “si bien se registra algunos casos, no han pasado a mayores” dijo.
“El problema es con los animales, cuando el ganado recibe un impacto muy fuerte generalmente muere, o al quedar fracturado o lastimado, después de que el médico veterinario lo evalúa, generalmente aconseja el sacrificio del animal” explicó Coronel.
“Es lamentable la situación del animal, que también merece un cuidado especial” indicó.
En cuanto a las zonas de mayor conflicto, el inspector indicó que dónde más reclamos reciben es en la ruta 7 a la altura de la destilería, en la ruta 40 en la zona de Ugarteche y en los pasos que conectan con San Juan.
Reincidencia en las faltas
El director de Ganadería de la provincia coincidió con Coronel y explicó que la presencia de animales sueltos en la ruta es más habitual en las rutas nacionales.
“En algunos departamentos, los animales están en rutas interiores, entonces la policía los detecta y simplemente llama a sus dueños para que se hagan cargo, pero en otros casos están en rutas nacionales, donde el riesgo es mayor, y tienen que ser secuestrados y llevados a los corrales” indicó Tejada.
Y agregó que en algunas ocasiones los mismos animales llegan a ser llevados hasta doce veces a la misma ´guardería´ -corral-, es por eso que se “está trabajando para aumentar el monto de las multas a los que reincidan.
“Lo principal es trabajar para prevenir accidentes causados por los animales” , explicó el funcionario. Es que si bien, tienen registro de solo 10 accidentes de alguna gravedad -sin víctimas fatales- a causa de ganado en las rutas, se trata de un peligro latente, y según lo indicó Tejada se está trabajando para prevenir accidentes.
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