Desde el H. Congreso de la Nación, es nuestro deber manifestar nuestra profunda preocupación y repudio por los hechos de violencia acaecidos en la provincia de Formosa, donde perdieron la vida hasta el momento 4 ciudadanos formoseños, entre ellos 3 aborígenes de la etnia toba y un policía, sin contar los múltiples heridos, en oportunidad de los incidentes ocurridos a raíz del desalojo al grupo aborigen, que derivó en un fuerte enfrentamiento entre éstos y las fuerzas de seguridad provincial.
Es función de los gobernantes respetar y hacer respetar la Constitución Nacional, garantizando fundamentalmente el derecho a la vida, a la libertad, a la propiedad privada y a peticionar ante las autoridades.
Estamos seguros de que la violencia ha traspasado los límites de la racionalidad en Formosa: hace poco menos de una semana asistíamos perplejos a una inusual y brutal represión a jóvenes estudiantes secundarios, y hoy nos enluta la muerte de 4 argentinos producto de una equivocada muestra de autoridad.
Estamos seguros, como representantes del pueblo de la Nación Argentina, que la violencia debe ser repudiada, y que es deber del Estado prevenir y resolver los conflictos sociales latentes a través del diálogo constante y otros métodos de resolución de conflictos, antes que los mismos estallen dejando el saldo que todos conocemos.
El país entero se encuentra consternado por los hechos de la Provincia de Formosa, por lo que solicitamos al Gobernador Insfrán garantice el cese de la violencia y la paz social de todos los habitantes formoseños y brinde a la sociedad entera explicaciones de tan lamentable suceso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.