El girasol se define ambiente por ambiente
Hay un negocio para cada girasol y cada ambiente. Por esta razón, como líder del mercado, Syngenta abre sus jornadas TEG especialmente para técnicos. Esta vez, la última tecnología muestra su potencial en distintos sitios y presenta conclusiones que mejoran la rentabilidad. Son tres encuentros, de Sur a Oeste.
· Tres Arroyos: 7 de diciembre, Ruta 3, Km 512. (Establecimiento de Gastón Pedersen)
· Balcarce: 10 de diciembre, Ruta 226 Km71,5 (EA “La Blanquita”)
· Agustoni (General Pico, La Pampa): 21 de diciembre, Acceso a Agustoni Km 40 (EA Las Marías)
Buenos Aires, 25 de noviembre de 2010.- Syngenta es el líder del mercado girasolero. Ese liderazgo se debe no sólo a que es el máximo proveedor de semillas del país, sino además, a su visión sobre la importancia del cultivo para la producción agrícola. Hoy, el gran desafío pasa por hacer de las hectáreas que se le destina el mejor negocio posible. La brecha entre lo que se puede obtener y lo que efectivamente se logra en los campos es significativa. Por eso, los especialistas sostienen que un punto clave para un mejor cultivo es conocer a fondo el lote.
La agricultura por ambientes es el principal recurso para sacarle una buena tajada al girasol. Este es uno de los temas centrales de las jornadas TEG (Tecnología de Excelencia en Girasol) que llevará a cabo Syngenta durante diciembre y luego en febrero, en la última etapa del cultivo.
Los encuentros se realizarán en regiones netamente girasoleras. A partir de las 9 de la mañana, los campos de Tres Arroyos, Balcarce y Agustoni se abrirán a técnicos asesores para mostrar cómo se expresa la máxima tecnología disponible en cada ambiente donde se siembra el cultivo. Dada la importancia y la complejidad de la temática, las TEG contarán con la coordinación académica de dos de los especialistas más importantes: Jorge González Montaner (para la zona Sur) y Martín Díaz Zorita, con el apoyo de Daniel Martínez (para el Oeste).
Ambos coinciden en que la relación entre la agricultura por ambientes y el negocio es determinante. El objetivo es conocer a fondo los lotes para poder decidir, no sólo cómo implantar el cultivo, sino principalmente a qué nicho apostar. “Un gran esfuerzo que hacemos es caracterizar cada uno de los negocios (convencional, alto oleico y CL). Dentro de ellos, ayudamos al técnico a ubicarse en cada una de las zonas, y elegir cuál es el negocio más rentable”, explicó González Montaner. En el mismo sentido, Díaz Zorita sostuvo: “es fundamental aprovechar que el cultivo ofrece alternativas de negocio muy diversas, desde diferenciación por tipo de aceite, por destinos de usos, confiteros, convencionales. Cada ambiente posibilita un negocio distinto”.
En el Sur
“Lo interesante es poder relevar cuál es la heterogeneidad más importante del campo: si es la altura, o la altura más la profundidad de tosca, o el nivel de la napa y de la pendiente. Es decir, conocer las características que lo diferencian y cómo eso impacta en el rendimiento del girasol”, sostuvo González Montaner.
El especialista remarcó que, en la zona, el cultivo muestra rendimientos estancados, pero ha mostrado mejores resultados al colocarlo en ambientes más aptos. “Los rendimientos de Mar y Sierras han ido subiendo. Los rindes promedio hoy están en unos 24 quintales, pero en ambientes buenos estamos superando los 30 quintales, con máximos de hasta 37”.
A la hora de las recomendaciones que surgen del conocimiento logrado, González Montaner afirmó que, de acuerdo a los datos que maneja, en las zonas serranas, el girasol tiene que ser privilegiado en los bajos profundos, mientras las zonas intermedias pueden ser utilizadas por otros cultivos. “La soja se adapta más a las lomas y las zonas con pendientes, mientras que en los bajos profundos el girasol se expresa mejor y compite más con el maíz que con la soja”. Y concluyó: “en los ambientes profundos, la soja no necesariamente rinde más que el girasol, especialmente si se tienen en cuenta las bonificaciones; allí el girasol saca ventajas. Por eso es vital pensar en el tipo de negocio”.
El Oeste
“Tanto en el Oeste como en el Sur, la variable que explica gran parte de las variaciones de rinde del cultivo es el balance hídrico”, comentó Díaz Zorita y explicó que lo que busca es cuantificar la brecha productiva que hay entre ambientes de distinta disponibilidad de agua.
En los últimos años, los rendimientos se han mostrado muy variables en toda la región, disminuyendo de un promedio de 22/23 quintales a uno de 14/15 a medida que se avanza hacia el Oeste. Ante eso, Díaz Zorita propuso “ver al girasol como una alternativa productiva en situaciones de riesgo hídrico extremo, donde su comportamiento, comparado con otros cultivos, es muy favorable”.
Los análisis de suelo ya arrojan algunas conclusiones. “A la fecha, sabemos que los sitios que están por encima del 65% de arena tienen un rendimiento menor de aproximadamente el 30 %”, analizó. Pero destacó que la manera de sortear el obstáculo es muy sencilla y que no necesita de grandes inversiones: al momento de tomar una muestra de suelo para conocer cuánto fósforo tiene el lote, hay que evaluar también cuánta arena tiene.
Una de las estrategias que se están llevando a cabo en la zona es, una vez detallado el ambiente y elegida la genética, evaluar el comportamiento ante densidades de siembra diferencial. “Buscamos valorar, para algunos híbridos, el aporte de altas densidades y luego los riesgos de su reducción ante escenarios productivos más desfavorables”, informó Díaz Zorita.
Para más información sobre estas jornadas: http://www.tegirasol.com.ar/
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