Ambientes, tecnologías y girasol
A la jornada que se llevará a cabo el viernes 17 en Balcarce, Syngenta le suma otra que tendrá como sede la localidad de Agustoni, en La Pampa, el próximo 21 de diciembre. ¿La propuesta? Cómo ajustar la máxima tecnología en girasol a las posibilidades de cada ambiente para sacarle el mayor provecho al cultivo.
El próximo 21 de diciembre, en el Establecimiento Las Marías ubicado en Acceso a Agustoni Km 40, cerca de General Pico, La Pampa, Syngenta abrirá las puertas, exclusivamente a técnicos, para mostrarles cómo la interacción de tecnologías, conocimiento y ambientes puede marcar grandes diferencias en el cultivo de girasol.
Bajo la coordinación técnica de Martín Díaz Zorita y Daniel Martínez, a partir de las 9, los técnicos del Oeste podrán acceder a información sobre experiencias vinculadas a ambiente, tratamiento de semillas, nutrición, control de malezas y densidades en una nueva edición de las Jornadas de Tecnología de Excelencia en Girasol (TEG).
“Ambiente es suelo, es clima y es productor. El girasol es un cultivo que muestra mucho las diferencias en ese sentido. El rendimiento depende del conocimiento y la planificación”, sostiene Martín Díaz Zorita, a cargo de coordinar la jornada en La Pampa.
En los últimos años, los rendimientos se han mostrado muy variables en toda la región, disminuyendo de un promedio de 22/23 quintales a uno de 14/15 a medida que se avanza hacia el Oeste. Ante eso, Díaz Zorita propone “ver al girasol como una alternativa productiva en situaciones de riesgo hídrico extremo, donde su comportamiento, comparado con otros cultivos, es muy favorable”.
Los análisis de suelo ya arrojan algunas conclusiones. “A la fecha, sabemos que los sitios que están por encima del 65% de arena tienen un rendimiento menor de aproximadamente el 30 %”, analiza. Pero destaca que la manera de sortear el obstáculo es muy sencilla y que no necesita de grandes inversiones: al momento de tomar una muestra de suelo para conocer cuánto fósforo tiene el lote, hay que evaluar también cuánta arena tiene.
Según Díaz Zorita, la diferencia está en las decisiones intelectuales más que en las inversiones: “Se trata de conocer el sitio, que no tiene un costo más allá del tiempo que uno tiene que dedicarle a valorarlo y segmentarlo. En segundo lugar, después de conocer el sitio, hay que sembrarlo con una genética acorde. Luego hay que definir un buen negocio –el girasol tiene alternativas muy diversas desde su diferenciación por tipo de aceite o por destinos de usos-. Lo que puede llegar a modificarle la inversión al productor es la decisión de incorporar fertilizantes. Pero si está haciendo siembra directa es una variable que no puede descuidar y que repercutirá en la rentabilidad. El manejo eficiente de las malezas es una decisión integral entre genética y tipo de herbicidas. Lo que puede ser de costo alternativo, por eso es importante estar informado, es el control de enfermedades para el complejo de fin de ciclo. Hoy, productores y técnicos tienen que estar cerca de estos núcleos de discusión para ver el cultivo de girasol en el contexto actual. Hay mucha información disponible. Hoy la agricultura se hace en siembra directa, con híbridos adaptados y seleccionados a lo largo del tiempo a nivel local y en esa combinación el conocimiento tiene un valor que no tiene punto de comparación. Por eso son tan importantes estas TEG. No se trata necesariamente de nuevos insumos sino de mejores decisiones”.
Para más información sobre estas jornadas: http://www.tegirasol.com.ar/
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