Productores hortícolas y supermercados con la misma visión
Bajo el lema viva la experiencia GHIA se realizó un nuevo encuentro entre productores e integrantes de la cadena de comercialización de hortalizas que generó un valioso intercambio de ideas y experiencias. Se planteó la necesidad de ofrecerle al consumidor la posibilidad de elegir entre diferentes calidades de tomates en el mismo súper, conocer los procesos productivos utilizados para obtener lo que consume, acceder a productos en packaging diferenciados y mucho más. En definitiva, todos juntos en busca de mejorar la relación entre los consumidores y los vegetales.
El pasado 30 de noviembre se llevó adelante la II° Jornada de capacitación para integrantes de la cadena de producción y comercialización de hortalizas. Participaron grandes productores llegados desde diferentes zonas productivas del país y Supermercados asociados a ASU (Asociación de Supermercados Argentinos). Tuvo lugar en la Finca de Juan Carlos Mazza integrante del grupo Huertas Platenses, ubicada en Lisandro Olmos, La Plata.
La productiva experiencia fue organizada por el Grupo GHIA, la organización que desde hace cuatro años promueve el desarrollo del sector y que forman las firmas Ipesa (plásticos para el agro), Rogers (la línea de semillas syngenta), Yara (líder global en nutrición de cultivos) y Syngenta (especialistas en protección de cultivos).
Las actividades comenzaron con la visita a la plantación de tomates bajo cubierta donde la firma Rogers y el productor Juan Carlos Mazza presentaron los tomates Torry, una variedad que se puede dejar madurar rojo en la planta para que desarrolle sabor sin que pierda firmeza. El productor Juan Carlos Mazza abrió el debate explicando por qué eligió la variedad. "De chico me crié entre plantas de tomate, recuerdo a mi viejo que me decía que para comer un buen tomate hay que cosecharlo maduro en la planta, sino, no tiene gusto a nada. Esa enseñanza me quedó hasta hoy y la tuve muy presente cuando elegí plantar esta variedad en casi toda mi finca.
Este tomate llega para marcar un cambio en la producción entendiendo la necesidad del consumidor que busca sabor y calidad, como lo fue el famoso tomate platense que hoy ya casi no se puede cultivar por su bajo rendimiento y poca resistencia al cambio climático y a los efectos del transporte y el "manoseo" al que lo somete el consumidor, y lo que fue el tomate larga vida que hoy ya no se produce por su falta de sabor", afirma.
En ese sentido el comentario del representante de uno de los supermercados presente no dejó lugar a dudas: "Una banana verde no la lleva nadie, el tomate verde tampoco. Además el tomate cosechado verde no tiene gusto".
El Ing. Christian Canova, Gerente de semillas de vegetales de Rogers aclaró que esta variedad se viene trabajando en conjunto con los productores desde hace tres años. "Lo excepcional de Torry, es que en él confluyen las necesidades de los consumidores, los comercializadores y del productor", afirma Canova.
"Ya no cosechamos verde para calcular que llegue rojo a la góndola. Ahora cosechamos un tomate rojo y con sabor. Hay que considerar que el consumidor no compra tomate verde, quiere tomate rojo y firme. En nuestra finca apostamos a la variedad porque le vemos un diferencial importante, a tal punto que invertimos en un envase especial de cartón donde consta la certificación de buenas prácticas y trazabilidad con los datos del productor", concluye Mazza.
Seguidamente el Ing Pedro Ghirardi de Ipesa se refirió al compromiso que la compañía mantiene con la protección del medio ambiente, certificando Normas ISO 14.000. Además todas sus líneas de productos están especialmente diseñadas para evitar un impacto negativo en el ambiente incluyendo el nuevo Ipesa TIF que posibilita reducir las aplicaciones de fumigantes de suelos disminuyendo notablemente los efectos nocivos para la capa de ozono. Además la empresa programa la disposición final de los plásticos agrícolas una vez que estos han cumplido su vida útil.
Más tarde la Ing Florencia Schneeberger de Yara Argentina se refirió al amplio portfolio de productos y al conocimiento que posee la compañía sobre nutrición de cultivos. Además destacó las herramientas y servicios que proporcionan para una correcta aplicación de nutrientes, destacó la importancia de realizar una nutrición balanceada y se refirió a los efectos de Calcinit, el nitrato de calcio de Yara y su influencia sobre la calidad de la fruta, la firmeza, color, duración post cosecha, resistencia a enfermedades, resistencia al transporte y manipuleo.
El Ing Atilio Orihuela de Syngenta explicó que en los últimos dos años Syngenta registró once productos para el mercado hortícola y continúan las acciones en ampliaciones de uso y nuevos registros (siendo que en algunos casos los registros llevan más de 9 años de ensayos). y se lanzarán dos nuevos productos para el 2011.
"Hemos realizado además estrategias de trabajo con los técnicos asesores e instituciones de ASU, INTA y MAA para promover las buenas prácticas. El portfolio de productos Syngenta para plagas en hortalizas es el mayor del mercado, insistimos en capacitación sobre calidad de aplicación y buscamos concientizar al productor en cómo impactan las buenas prácticas en la calidad de los alimentos que producen y en sus posibilidades comerciales. Lleva muchos años y millones de dólares de inversión generar una nueva molécula, así y todo Syngenta tiene catorce activos registrados para el mercado hortícola, lo cual representa el compromiso de la compañía con el sector. Además se refirió a la demanda creciente por parte del consumidor final de conocer los procesos que se utilizan en la producción de hortalizas que se consumen y eso incluye la calidad de los insumos.
Hortalizas por los ojos:El primer órgano digestivo son los ojos, después el paladar. Si el comprador lleva un tomate rojo y luego no tiene gusto a nada se verá decepcionado, que es lo que pasó con el tomate larga vida, la afirmación le pertenece a Carlos Granja, Gerente de Frescos de Supermercados La Anónima refiriéndose a los nuevos packaging presentados donde los tomates abandonan las tradicionales cajones de madera para subirse al mundo del marketing visual. Pero claro, el marketing tiene su costo y en ese sentido se levantaron las voces de algunos productores que expresaron dudas sobre la conveniencia de invertir en packaging considerando que en muchos momentos la caja puede valer más que el producto. Sin ir más lejos la caja presentada cuenta 7 pesos cuando el kilo de tomates está hoy a 3 pesos. La respuesta no se hizo esperar "la caja comunica, le brinda información al consumidor y moviliza la compra, transmite calidad y permite plasmar los datos que le den trazabilidad al producto. Hoy la horticultura debe pensar a mediano y largo plazo y no estar atada por el precio del día, sostuvo Juan Carlos Mazza que apuesta a ofrecer productos comunes y tomates gourmet, con mayor costo, pero de calidad superior y a lo largo del tiempo.
En ese sentido algunos de los supermercados presentes explicaron que ellos apuestan a góndolas diferenciadas donde se jerarquice el producto y no se venda a granel. "En la argentina el consumidor no está preparado para entrar al súper y ver dos o tres calidades de tomates, nuestra apuesta es que pueda elegir entre los comunes y los gourmet al menos, a pesar que eso implique modificar las balanzas para pesar diferentes variedades. Incluso los representantes de supermercados La anónima contaron que ya piensan en el código de barra por fruto para manejar mejor la dinámica dentro del local.
Más tarde Daniel Tawil de ASU se refirió a la importancia de producir bajo buenas prácticas agrícolas y explicó que cuando se habla de calidad eso debería incluir a toda la cadena compuesta por insumos, producción, empaque, transporte, distribuidor y consumo. La calidad final determina la percepción del cliente y está relacionada con la calidad inicial. Que el producto tenga la suficiente calidad para una correcta vida postcosecha es vital para la venta. Se trata de productos vivos que en la góndola respiran, transpiran, maduran, envejecen y mueren generando mermas. Una de las preguntas que planteó Tawil es ¿ Cuánto cuesta la merma? Según estadísticas de ASU, tomada en varios supermercados del país. En banana la merma anual total es del 11,78% de lo que se pone en la góndola, en acelga es del 15,55; en brócoli es del 17,90, en lechuga es del 15,90 y en acelga es del 15,22. Esto representa pérdidas superiores a los 14 millones de pesos por año. Y esa merma se da por diferentes razones, por la calidad de las hortalizas, por la firmeza y el color (determinados por variedad, nutrientes, manejo, etc.) y por el manejo en las cadenas de transporte (donde el packaging juega un papel fundamental) y en la comercialización.
Con respecto a buenas prácticas, Carlos Granja de Supermercados la anónima dejó en claro que los productores que aseguren buenas prácticas tienen a los supermercados socios de ASU como clientes cautivos.
Finalmente Patricio Campos de Supermercados Wall Mart sostuvo la comunicación de la calidad alimentaria no está aún en los medios masivos y eso será una responsabilidad, no sólo de las cadenas de comercialización sino también de productores, empresas y todos los relacionados con la producción de hortalizas en el país.
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