Los productores de hortalizas de Eslovenia todavía se enfrentan a muchos desafíos. Los precios de mercado del país son bajos, tradicionalmente, lo cual dificulta que los productores puedan competir con las baratas hortalizas importadas de Italia, España, los países de la antigua Yugoslavia, Austria, Alemania, Hungría y Polonia.
"Nuestro problema es que los productores no están unidos, no tenemos ni una sola organización de productores (OP) en toda Eslovenia. Además, las cooperativas que existen tienen otros intereses y no están especializadas. Hay muchos productores que desempeñan dos roles, el de productor y el de empresario todo en uno, que importan hortalizas más baratas y después las incorporan a la etiqueta Made in Slovenia", explica Primož Zupan, de la empresa Kmetija Zupan.
"Sin embargo, también hay aspectos positivos y existen muchas oportunidades de emprendimiento, puesto que hay muy pocas empresas de alta tecnología que produzcan tomates y lechugas con hidroponía o que obtengan la calefacción del agua geotérmica".
La empresa eslovena de producción de hortalizas Kmetija Zupan comenzó en el mercado local y, en la segunda generación, la producción aumentó y la empresa empezó a vender a mayoristas, horeca e instituciones públicas. Ahora, en su tercera generación, Primož con el trabajo iniciado por su padre.
El productor cultiva una amplia variedad de hortalizas como patatas (tempranas y tardías), crucíferas (coles; col de Saboya, col lombarda, col china, nabo, tanto frescos como procesados), lechuga (Batavia), endibia (Cichorium), achicoria pan de azúcar y radicchio. Primož señala que ha observado una tendencia reciente, y es que la gran distribución está pidiendo lechuga eslovena tradicional y ha empezado a comprar por unidad en lugar de por kilo.
Eslovenia importa la mayoría de sus hortalizas frescas de Italia. Según Primož, las heladas que afectaron a España hace unos meses también afectaron a Italia, lo cual significó que los productores eslovenos tuvieron una mayor demanda de las hortalizas perjudicadas, en especial pan de azúcar. Primož dice que muchos recurrieron al pan de azúcar como sustituto de la endibia o de la lechuga Batavia.
"Este año ha sido un invierno muy frío sin nieve, por lo que nuestro suelo ha estado blando y fácil de cultivar. Que el tiempo haya sido más seco también ha supuesto que hayamos podido plantar y sembrar a tiempo. En esta época del año, no hay muchas hortalizas eslovenas en el mercado, con la excepción de la col blanca, las patatas y otras hortalizas de hoja. Están llegando pequeñas cantidades de producto del sur de Eslovenia y de zonas cercanas al mar Adriático. Las zonas de cultivo próximas al mar Adriático han tenido dificultades este año por los fuertes vientos y las heladas".
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