Después de un invierno duro, los productores de peras de la República Srpska y de la Federación de Bosnia y Herzegovina esperan que su rendimiento esté por encima de la media esta temporada.
En ambas regiones del país se han plantado más de 3.000 hectáreas de perales, y las variedades más importantes son la Williams, la Santa María, la Abate Fettel y, desde hace poco, la Conferencia y la Carmen.
Asimismo, los productores se han recuperado al fin del veto que les impuso Rusia el pasado 12 de agosto, justo antes de comenzar la temporada de 2016, y que se prolongó mucho más tiempo de lo que se esperaba, con un total de 10 semanas. Según alegaba el Servicio Fitosanitario Federal de Rusia, el Rosselkhoznadzor, los certificados y sello fitosanitarios de Bosnia y Herzegovina no eran adecuados y cualquiera podía obtenerlos fácilmente.
El veto ruso fue el colmo para los productores de la República Srpska, puesto que, a finales de abril, habían sufrido heladas que dañaron cerca de 1.100 hectáreas de plantaciones frutas y hortalizas tempranas. Se calculó que los daños ascendían a entre un 60% y un 90%, y los cultivos más perjudicados fueron las ciruelas, las manzanas y las peras.
Afortunadamente, los productores de peras que habían perdido parte de su cosecha por culpa de las heladas recibieron una compensación de 230 € por hectárea por parte del Ministerio de Agricultura de la República Srpska.
En 2016, el valor de las exportaciones de peras del país ascendió a 7,2 millones de euros y su volumen fue de 9.673 toneladas, lo que representa el 8% de las exportaciones totales de frutas de Bosnia y Herzegovina. La mayor parte de la producción de peras, un 91%, se exportó a Rusia y los productores esperan que la situación continúe como está previsto también esta temporada.
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