Por primera vez en su historia, Brasil podría importar café robusta debido a una grave sequía en la principal región productora de esta variedad. Pero productores se opusieron y obligaron al gobierno a suspender la autorización de compra.
Brasil cuenta con 2,2 millones de sacos de 60 kg, según estimaciones gubernamentales. Los fabricantes de café soluble sostienen que la producción es insuficiente y reclaman desde hace semanas la autorización de importar.
Sin embargo, los productores de robusta ponen en duda esas cifras, y aseguran que tienen stock suficiente para responder a la demanda, aunque las pobres cosechas han elevado sustancialmente los precios de esa variedad.
“El 80% de nuestra producción se exporta, y para garantizar nuestra posición necesitamos materia prima. Las exportaciones de café soluble brasileño cayeron 35% en comparación con enero de 2016, el peor resultado en 15 años”, dijo Aguinaldo de Lima, vocero de la Asociación Brasileña de la Industria del Café Soluble (Abics).
Para el empresario, la importación de café es indispensable
En ese contexto, el presidente Michel Temer ordenó el miércoles suspender la orden de importación de café desde Vietnam para “analizar la situación con los órganos competentes”.
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