El valor estará en la eficiencia y en la productividad
Transcurridos ya casi 2 meses de 2017, el sector de ganados y carnes empieza a corregir expectativas. Si bien año tras año, la oferta de hacienda gorda espera que para Marzo se logren los valores que por cuestiones estacionales optimicen la ecuación de precios Ternero/Novillo, este año la coyuntura pareciera no convalidar grandes expectativas para el mes próximo. No solo por las dificultades para encontrar señales de una tendencia alcista de precios en el gordo que insinúe un horizonte con valores extraordinarios para marzo, sino también porque la reciente llegada de invernada liviana fuera de planificación y forzada por las circunstancias (inundaciones e incendios) no significó un factor determinante ni conducente a bajas anticipadas del valor de dicha categoría.
Es así que se advierten ciertos riesgos para el eslabón intermedio de la cadena (invernadores / feed lot), pues muy probablemente se enfrente a un costo de invernada relativamente elevado aun con las depreciaciones esperadas para la zafra, y un precio de venta de gordo al menos contenido incluso frente a la escasez de una oferta que empieza a encontrar dudas respecto a la rigidez de la demanda. Argumentamos esto último ante la evolución concomitantemente de factores críticos en la demanda de gordos, como la creciente producción de sustitutos (pollo y carne), la caída del salario real, y los consecuentes cambios, hasta hace años impensables, en la cultura del argentino y su paladar.
Asimismo, aun conscientes de que el 2017 será un año electoral, y que la experiencia permite suponer que durante el mismo la gente mejorará su salario real, es preciso aclarar que las políticas del gobierno, en esa línea y con el objeto de alentar sensaciones de bienestar en la sociedad próximas a las fechas de elecciones, posiblemente se concentren fundamentalmente en el segundo y tercer trimestre del año. Por ello, y frente a la inminente llegada del mes de marzo, crítico por la estacionalidad ya señalada, muy probablemente este se encuentre más abordado por los ajustes tarifarios y fiscales que de buenas noticias para el consumidor final, permitiendo dicha tesis prever un poder adquisitivo fuertemente afectado justamente en el mes más relevante (marzo) en cuento a potencial para optimizar la ya citada y clave razón de precios (ternero / novillos).
Por otro lado, y ya poniendo la lupa en los números de la industria frigorífica, resulta importante destacar que la presencia de elecciones, y la necesidad insoslayable del gobierno de mostrar claros resultados en su lucha contra a la inflación, sin dudas se traducirán, al menos hasta octubre, en más atraso del tipo de cambio que afectará directamente la capacidad de pago del sector exportador. Cabe aclarar que dicho sector durante el 2016 se vio favorecido en término de tipo de cambio y recupero de retenciones vigentes hasta 2015, pero impedido de capitalizar al 100% dicha condición producto del incremento significativo en sus costos internos (inflación), su posterior atraso cambiario, y fundamentalmente, la falta de disponibilidad de hacienda en las categorías demandadas desde los mercados más valorados (novillos pesados).
Finalmente, y como conclusión de lo recientemente comentado, nos atrevemos a sugerir prudencia en las expectativas sobre posibles saltos extraordinarios de precios para los distintos eslabones de la cadena de valor. Por el contrario, resultaría inteligente focalizar los esfuerzos en la productividad y en la eficiencia de rodeos y frigoríficos, pues este año el margen de contribución, muy probablemente, no dependerá de variaciones bruscas y relativas de precios, sino de la racionalidad en la administración de recursos y costos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.