A medida que avanza la cosecha de finger lime de Australia, parece se tratará de una buena temporada, ya que tanto el volumen como la demanda han crecido rápidamente.
"Hemos aumentado mucho nuestra producción, que cada año es el doble que el anterior", afirma Ian Douglas, de The Lime Caviar Company. "Es difícil saber con exactitud cuánto volumen tendremos esta temporada, ya que aún es pronto, pero predecimos que volveremos a duplicar el total del año pasado".
Douglas y su esposa Margie cultivan finger limes en el sudeste de Queensland (Australia), la región tropical de donde es nativa esta fruta.
"Las últimas semanas han sido muy calurosas, pero las finger limes no se verán perjudicadas porque estamos a bastante altitud, aunque en la costa podría haber problemas. Puede que llueva dentro de algunas semanas, pero no nos hará ningún daño; simplemente tendremos que esperar un par de días hasta que todo se seque para seguir cosechando", comenta.
Las exportaciones están yendo bien. La empresa acaba de enviar un cargamento a Italia y esta semana enviará otro a Léon, en Francia. Sin embargo, Estados Unidos, China y Japón imponen restricciones fitosanitarias a la hora de importar finger limes de Australia, ya que creen que, al tratarse de un tipo de cítrico, es susceptible de sufrir la mosca de la fruta. Los Gobiernos de Australia y Queensland van a llevar a cabo un estudio para demostrar que no existe tal problema.
"En los diez años que llevamos cultivando finger limes, no hemos visto nunca ni una sola mosca de la fruta, así que estamos convencidos de que el estudio demostrará que no supone un problema y entonces podremos exportar finger limes frescas a Japón, EE. UU., China, Corea del Sur y Tailandia", explica Douglas. "Abrir estos mercados será un gran paso adelante. Elaborar el estudio llevará unos 12 meses y, después, el Gobierno de Australia tendrá que negociar con los otros países sobre las importaciones, así que probablemente no podamos comenzar a exportar a estos mercados antes de 2019".
Por ahora, la empresa envía finger limes congeladas a Japón y Nueva Zelanda, y frescas a Hong Kong, Singapur y Europa. El mercado australiano también tiene buena demanda.
"La demanda mundial de finger limes se duplica cada año, así que ya estamos aumentando nuestra producción. Los árboles tardan entre 3 y 4 años en tener producción comercial, a lo que hay que sumar una lista de espera de unos seis meses para comprar árboles nuevos al vivero", continúa Douglas.
"Es una inversión muy grande, pero estamos seguros de que la demanda del mercado continuará creciendo durante al menos diez años más. Por eso, hay productores que están cultivando finger limes en Italia, Sicilia, Estados Unidos e Israel".
Aunque antes solamente las utilizaban los cocineros, ahora los consumidores australianos y franceses también usan finger limes, y Douglas aclara que el último envío a Francia es para los supermercados de gama alta.
"El público está aprendiendo a utilizarlas y a los cocineros más importantes les encantan. El año pasado, René Redzepi abrió un restaurante en Sídney y declaró que eran el mejor producto australiano que había usado nunca, por lo que los consumidores de todo el mundo siguieron su consejo al pie de la letra", concluye.
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