Desde la cooperativa Agricultores Federados Argentinos aseguran que se observa un abaratamiento en los gastos y márgenes de comercialización por la puja entre molinos y exportación.
La rentabilidad de los productores agrícolas se verá beneficiada durante el presente ciclo 2016/17 por un significativo abaratamiento en los gastos y márgenes de comercialización por la puja que protagonizan actualmente los molinos y la exportación.
Así lo reconoció Alejandro Terré, gerente de Comercio Exterior de la cooperativa Agricultores Federados Argentinos (AFA), quien indicó que dicho concurso entre privados “aporta una comercialización mucho más fluida y el productor sabe que va a poder colocar sus granos a buen precio, o por lo menos a valor de mercado”.
“Debemos que reconocer que hay problemas con los precios, con los mercados externos, con el abastecimiento y también de espacio, pero estos existieron de toda la vida, y lo importante es que estamos repensando una estrategia de mercado, con cambios de política muy significativos con trigo y maíz, mientras que la soja corre por su cuenta”, expresó Terré.
A las puertas de cumplir con la cosecha de 12,5 millones de hectáreas de trigo, el dirigente de AFA expresó: “Tenemos una campaña triguera muy buena y una política muy distinta fundamentalmente en materia de comercialización, y nada tiene que ver con la baja de las retenciones, ya que la desaparición de los cupos y la gestión que requería conseguir un barco tuvo un impacto muy fuerte, sobre todo en los márgenes”.
“Eran muy altos y ahora desaparecieron fruto de la competencia, siendo estos márgenes trasladados directamente al precio que recibirá el productor”, agregó.
Terré también ponderó la oportunidad que se le generará a la producción, y al sector granario, a partir de cuestiones tales como la eliminación dispuesta en las retenciones de granos, sumadas a “las posibilidades de la producción de prever su futuro y de armar una logística respecto a siembra y el abastecimiento de insumos”.
Por ello, según el funcionario cooperativo “se ve un ánimo distinto en la producción y eso se trasluce en una mayor producción” de trigo y también de maíz, y en un período donde “Brasil parece ser una salida, con buenos precios, aunque demandará calidad”.
Según Terré, la puja comercial ya la están protagonizando la industria molinera con las cerealeras exportadoras, hecho que redundará en un “beneficio adicional” a partir del precio que obtendrá la producción al entregar su cosecha.
Para el caso del maíz, el directivo de AFA comentó: “Vamos a tener una producción monstruosa, con un consumo interno muy alto de 15 millones de toneladas, y donde vamos a tener que salir a competir con otros productores mundiales, y habrá que ver qué hace China como productor: no veo que surjan demasiadas complicaciones gracias a nuestra demanda doméstica”.
Así lo reconoció Alejandro Terré, gerente de Comercio Exterior de la cooperativa Agricultores Federados Argentinos (AFA), quien indicó que dicho concurso entre privados “aporta una comercialización mucho más fluida y el productor sabe que va a poder colocar sus granos a buen precio, o por lo menos a valor de mercado”.
“Debemos que reconocer que hay problemas con los precios, con los mercados externos, con el abastecimiento y también de espacio, pero estos existieron de toda la vida, y lo importante es que estamos repensando una estrategia de mercado, con cambios de política muy significativos con trigo y maíz, mientras que la soja corre por su cuenta”, expresó Terré.
A las puertas de cumplir con la cosecha de 12,5 millones de hectáreas de trigo, el dirigente de AFA expresó: “Tenemos una campaña triguera muy buena y una política muy distinta fundamentalmente en materia de comercialización, y nada tiene que ver con la baja de las retenciones, ya que la desaparición de los cupos y la gestión que requería conseguir un barco tuvo un impacto muy fuerte, sobre todo en los márgenes”.
“Eran muy altos y ahora desaparecieron fruto de la competencia, siendo estos márgenes trasladados directamente al precio que recibirá el productor”, agregó.
Terré también ponderó la oportunidad que se le generará a la producción, y al sector granario, a partir de cuestiones tales como la eliminación dispuesta en las retenciones de granos, sumadas a “las posibilidades de la producción de prever su futuro y de armar una logística respecto a siembra y el abastecimiento de insumos”.
Por ello, según el funcionario cooperativo “se ve un ánimo distinto en la producción y eso se trasluce en una mayor producción” de trigo y también de maíz, y en un período donde “Brasil parece ser una salida, con buenos precios, aunque demandará calidad”.
Según Terré, la puja comercial ya la están protagonizando la industria molinera con las cerealeras exportadoras, hecho que redundará en un “beneficio adicional” a partir del precio que obtendrá la producción al entregar su cosecha.
Para el caso del maíz, el directivo de AFA comentó: “Vamos a tener una producción monstruosa, con un consumo interno muy alto de 15 millones de toneladas, y donde vamos a tener que salir a competir con otros productores mundiales, y habrá que ver qué hace China como productor: no veo que surjan demasiadas complicaciones gracias a nuestra demanda doméstica”.
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